Dani Alves se encuentra a la espera de la sentencia final en su contra por el presunto caso de abuso sexual que cometió en diciembre del año pasado. El famoso jugador brasileño está preso desde enero y, aunque ha presentado recursos para conseguir la libertad provisional, la justicia española se ha negado al considerar que podría salir del país para evadir el juicio.
Desde que se destapó lo sucedido en la discoteca Sutton de Barcelona, los ojos han estado puestos en la relación que el futbolista tenía al tiempo que cometió los hechos de los que lo acusan.
Joana Sanz, modelo de nacionalidad española, pensó en divorciarse e incluso estaba haciendo la gestión para que Dani firmara desde su celda; sin embargo, el jugador se negó y le pidió que lo siguiera apoyando en este difícil momento a nivel personal.
Sanz cambió de parecer al ver el supuesto arrepentimiento del exjugador del Barcelona y accedió a mantener su matrimonio, decisión que confesó en una reciente entrevista con el programa De Viernes en Telecinco. “Ahora estoy bastante mejor. Ya lo he asimilado todo. Ya puedo hablar. Estoy preparada. Al principio tenía mucho que asimilar. Había muchas preguntas que ni yo sabía responder”, explicó sobre su silencio.
Cuando Sanz se enteró de la captura de su esposo estaba pasando el duelo por el reciente fallecimiento de su madre, otro golpe más que impactó directamente en su vida este año.
“Lo inicial era mi madre. Él era secundario. Pasó a un segundo plano. Al principio estaba enfadada. No sabía qué era verdad y qué era mentira. Solo me llegaban cosas por los medios y los medios mienten mucho”, dijo al aire.
La modelo aseguró que “necesitaba saber que si había habido una infidelidad”, pues sintió que Alves le falló “en un momento importante de mi vida. Se me cayó el mundo”.
“Seguimos casados. En un momento pedí el divorcio, pero no me lo quiso dar. Ahora no voy a entrar en esas discusiones. Se paraliza porque él no quiere. Me enfoco en otras cosas. Sigo estando y estaré siempre para él. El futuro dirá”, explicó.
La sorpresa mayúscula para los espectadores vino cuando Sanz confesó que sale regularmente de fiesta a la misma discoteca en la que, según la víctima, Dani Alves cometió la presunta violación. “Siempre he salido a esa discoteca. No voy a ningún otro sitio desde que vivo en Barcelona hace 19 años”, argumentó.
En ese sentido, los entrevistadores le preguntaron sobre la denunciante y los duros momentos que vivió en Sutton la noche del 31 de diciembre de 2022. “Pienso en mí, porque si no lo hago yo, nadie lo va a hacer. Además, es un tema que está en manos judiciales, no voy a alimentarlo más, lo resolverán quienes lo tengan que resolver”, señaló.
Por último, la pareja del brasileño reveló que intentó atentar contra su vida tras la captura y los detalles de la denuncia. “Es por todo esto. No podía más. Es muy duro. La estaba viendo morirse entre mis manos desde octubre. Acto seguido me enteré de la posible infidelidad de mi marido. El episodio de la daga fue tras la primera llamada de Dani Alves. Entré en una crisis de ansiedad muy fuerte. La peor de mi vida. Mi cabeza me dijo que no podía más”, declaró.
Colectivos feministas y mujeres en general han rechazado las palabras de Joana Sanz asegurando que está intentando ‘blanquear’ el delito del que acusan a Dani Alves en una infidelidad. Los comentarios de los videos publicados por De Viernes están plagados de críticas contra la manera en la que la modelo se refirió al caso y las decisiones que ha tomado a pesar de conocer las pruebas que existen en contra de su esposo.