Un raro fenómeno han evidenciado varios científicos de la Universidad Estatal de Tomsk en Rusia, al descubrir un glaciar de coloración rojiza bautizado como Vodopadny, el cual atrajo la atención de los expertos.
Durante la expedición de los científicos, en julio pasado, los cuales estaban estudiando una agrupación de glaciares Aktru, en la República de Altái, en la tundra siberiana, se encontraron un glaciar teñido de rojo y rosado, por lo que no dudaron en prestarle la mayor atención a este fenómeno, el cual no es visto de buena manera por los expertos.
El jefe de la expedición en Siberia, Alexandr Yeroféye, explicó en un comunicado que el glaciar presentó este color ya que este albergaba un alga fotosintética conocida como Chlamydomonas nivalis, la cual no tiene problema en expandirse a temperaturas tan bajas, por lo que puede sobrevivir en el hielo sin problema alguno.
Esta alga, además de la clorofila, presenta una capa de caroteno rojo, por lo que es usual que presente tonalidades de este color y rosadas.
No obstante, esta capa protege al alga de la radiación ultravioleta y al calentamiento excesivo, por lo que los científicos han expresado que la proliferación de esta especie puede acelerar el derretimiento del glaciar, a medida que se reduce la reflectividad del hielo, por lo que podría ocasionar un problema mayor en los niveles de agua.
Aunque en el informe Yeroféyev asevera que “todos los años observamos la acumulación de algas rojas en los glaciares”, añade que “desde hace más de diez años no se producía un fenómeno masivo de este tipo”.
Más detalles de la investigación
Además del insólito descubrimiento del glaciar rojo, una de las formaciones de hielo del grupo Aktru mostró una avanzada y acelerada pérdida de masa.
Según el estudio, las observaciones arrojaron que el Aktru Izquierdo ha perdido más del 25 % de su masa en los últimos 60 años.
Por otro lado, las estimaciones afirman que “la reflectividad del hielo puede alcanzar entre el 13 % y el 17 % en las zonas donde se detectaron cambios de calor”.
Yeroféyev enfatizó en que, “presumiblemente, la razón de este fenómeno masivo es la cantidad inusualmente grande de nieve que cayó en las montañas de Altái este invierno y que permaneció hasta el período de floración favorable para las algas rojas”.
Asimismo, el científico ha revelado que el invierno pasado ha sido en el que más ha nevado desde 1993 en Siberia y buena parte de la nieve que cayó entre diciembre de 2022 y febrero de 2023 se derritió hasta julio pasado.
El fenómeno en otras latitudes
En junio pasado, un territorio montañoso conocido como Tony Grove Lake, en Utah, Estados Unidos, acaparó la atención de la prensa regional debido a que, iniciando el verano en la nación, cayó nieve color sandía en el ecosistema, por lo que, además de aparentar ser un atractivo turístico, los científicos aseveraron que este fenómeno no era benévolo para la naturaleza.
La Chlamydomonas nivalis, misma alga de la responsable coloración roja de los glaciares en Siberia, fue la protagonista en la investigación que realizaron los expertos para determinar la causa de la coloración rosada de la nieve caída en Utah.
A pesar de que esta coloración rosa de la nieve se presenta en varios países alrededor del mundo, en 2016, la revista Nature publicó un informé basado en el impacto de esta alga en el medio ambiente.
En él, se puntualizó que esta alga provoca que las capas de hielo y la nieve se derritan más rápido al reducir la capacidad del hielo de reflejar el calor del sol, cuya conclusión es la misma que arrojaron los estudios rusos en Siberia en julio pasado.