Los líderes del foro G7 dieron a conocer un golpe contra el presidente Vladimir Putin, el cual implicaría que el Gobierno ruso tuviese más sanciones económicas de las que cuenta desde que inició la guerra contra Ucrania.
Del 19 al 21 de mayo se ha estado llevando a cabo la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, la cual cuenta con la participación de los miembros del Grupo de los Siete: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Además, la Unión Europea también acude y, dada la contingencia de Rusia contra Ucrania, el mandatario Vodomír Zelenski también hace parte del encuentro.
Durante las ocho sesiones, la agenda a tratar de los diplomáticos será la siguiente:
- La agresión de Rusia contra Ucrania,
- La cooperación con los socios internacionales,
- El desarme y la no proliferación de armas nucleares,
- La resiliencia económica y la seguridad,
- El clima, la energía y el medio ambiente,
- La alimentación, la sanidad y el desarrollo.
Aparte de los países mencionados anteriormente, la presidencia de Japón también extendió la invitación a los dirigentes de Australia, las Comoras, Islas Cook, la India, Indonesia, República de Corea y Vietnam.
Durante el primer día de la reunión, los países tomaron la decisión de endurecer las sanciones contra el Gobierno ruso. Los líderes anunciaron los preparativos para unas nuevas medidas enfocadas en “asfixiar la maquinaria de guerra rusa” y cerrar los vacíos legales que han permitido evadir las sanciones internacionales.
“Vamos a ampliar nuestras acciones para garantizar que las exportaciones de artículos esenciales para Rusia y su guerra de agresión, incluidos los que emplea en el campo de batalla, queden restringidos en todo el mundo”, señaló el comunicado de apertura del G7 en el inicio de la cumbre.
El G7 prestará una atención especial en este sentido a los sectores directamente asociados con la industria del armamento (producción, construcción, transporte y servicios comerciales). Adicionalmente, trazaron una ruta de trabajo para hacerle frente a las entidades que transportan material en Ucrania y eluden las restricciones.
“Continuaremos tomando las medidas necesarias contra el sector financiero de Rusia mientras nos coordinamos para preservar los canales financieros para transacciones esenciales”, añadieron los líderes mundiales, “y seguiremos reduciendo los ingresos de Rusia para financiar su agresión ilegal tomando las medidas apropiadas para limitar sus ingresos energéticos y sus futuras capacidades extractivas”.
Entre las sanciones que han contemplado contra la Federación, hay una una relacionada con la comercialización de diamantes.
El Reino Unido prohibirá la exportación de diamantes de Rusia y vetará las importaciones de cobre, aluminio y níquel proveniente de ese país. La empresa rusa Alrosa extrae el 30 % de los diamantes que sacan del subsuelo cada año de todo el mundo. Además, desde hace años posicionó a Rusia como el productos más grande del planeta.
Esta nueva medida, según lo señalado por la oficina del primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, afectaría a varias empresas vinculadas al sector industrial militar aliadas al presidente Putin y tendría repercusiones en materia económica para la federación.
Alrosa es responsable del 90 % de la producción de diamantes del país europeo, siendo el 33 % de la compañía propiedad del Gobierno de Putin y el otro porcentaje correspondiente a la empresa pública Sakha. Hace un año, la empresa de diamantes reportó ganancias de 3.454 millones de euros.
“Por el bien de la paz y la seguridad global, debemos mostrar que la violencia brutal y la coerción no reportan beneficios”, señaló Sunak en el comunicado con la sanción, en la cual se indica que los nuevo vetos demuestran que el G7 “continúa unido ante la amenaza de Rusia, y determinado en su apoyo a Ucrania”.