Una investigación adelantada por la Policía de Brasil fue la encargada de divulgar el informe en el que se afirmó que un joven de 26 años, quien vivía en un poblado en el estado de Paraná, había abusado sexualmente de al menos 300 menores de edad.
Asimismo, la institución aseveró que el hombre se desempeñaba como estudiante de psicología y le hallaron más de 1.700 archivos digitales con contenido explícito, en los que se evidenciaba el maltrato que los menores recibieron del sujeto.
También precisaron que el joven contactaba a los infantes a través de redes sociales y por medio de chats en juegos virtuales.
Los investigadores constataron que de los más de 1.700 contenidos audiovisuales de pornografía infantil encontrados en la residencia del hombre, por lo menos 350 fueron producidos por el mismo implicado, mientras abusaba de varios de los menores.
¿Qué más se conoce del caso?
La detención del hombre se dio el pasado miércoles 9 de agosto, en una acción conjunta por miembros de la Policía Civil de Paraná y la Policía Federal en Foz de Iguazú, una población brasileña en la frontera con Argentina y Paraguay, ciudad donde vivía el acusado.
Con base en un comunicado de la Policía Civil, el estudiante está siendo investigado por los crímenes de violación virtual de una persona vulnerable, reclutamiento de menores para la práctica de actos libidinosos, violación (física) de persona vulnerable, y producción, almacenamiento y cesión de pornografía infantil.
De igual manera, la Policía Civil aseveró que el joven utilizaba una serie de perfiles falsos en las redes sociales para tener un contacto inicial con las futuras víctimas, además de iniciar conversaciones en portales de juegos virtuales a los que acudían con regularidad varios menores.
“Las víctimas eran obligadas a cometer actos sexuales solas o con objetos mientras eran filmadas por las cámaras de sus propios teléfonos o computadores. Todo era grabado en imágenes en las que incluso aparecía el rostro del abusador observando”, puntualizó el comunicado de la Policía Civil.
Conocimientos mal manipulados
Las autoridades añadieron que el joven empleó sus conocimientos en psicología para atraer, manipular y chantajear a sus víctimas para que no dijeran nada sobre los abusos a los que eran expuestos, por lo que se explicaría cómo logró abusar de 300 niños y adolescentes sin ser descubierto.
Los oficiales afirmaron que una de las maneras en que el implicado obtenía fotos desnudas de los menores era a través de “dinero virtual” que ofrecía a los menores, el cual podía ser utilizado en videojuegos.
La Policía Civil también expresó que las víctimas, algunas de hasta 14 años, no han podido ser identificadas, por lo que desde la comisaría del Núcleo de Protección al Niño y al Adolescente de la Policía Civil de Paraná, a cargo de Luciana Novaes, se ha aseverado que las autoridades intentan dar con el paradero de los menores abusados para alertar a sus padres e iniciar los procesos psicológicos necesarios.
Los abusos contra menores de edad se pueden dar en cualquier espacio, desde la casa, el colegio y las plataformas virtuales, hasta en circunstancias en que la migración o el desplazamiento forzado hacen parte de la cotidianidad de los niños y sus familias.
Por lo anterior, las autoridades recomiendan estar al tanto de las interacciones de niños y jóvenes en redes sociales y con personas ajenas al núcleo familiar, incluso dentro del mismo, para prevenir cualquier tipo de abuso físico, mental o sexual.
Además, enfatizan en denunciar estos hechos con el fin que no queden impunes y se les dé justicia a los menores vulnerados.