El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el exmandatario Donald Trump lograron hacerse con la victoria este martes en las elecciones primarias de Michigan de sus partidos, el Demócrata y el Republicano respectivamente, sin que hasta ahora ningún rival haya tenido opciones de disputarles la etiqueta de ‘favoritos’ para enfrentarse en las presidenciales que se celebrarán en noviembre.
Biden, que se enfrentaba a críticas por parte de la comunidad árabe del estado por su gestión del conflicto en la Franja de Gaza, consiguió casi el 80 por ciento de los votos, mientras que la segunda opción ha sido la de “no alineado”, con 14,8 por ciento de votantes, que servía precisamente para protestar en favor de la causa palestina.
El otro candidato, Dean Phillips, tan solo ha logrado el 2,8 por ciento de apoyo, según señaló la cadena de televisión estadounidense CNN.
Trump, por su parte, se impuso a la única candidata republicana que sigue intentando derrotarle en la carrera electoral, Nikki Haley, con un 66 por ciento de los votos frente al 29,2 por ciento de su rival.
A pesar de no haber cosechado aún ninguna victoria, Haley defendió su decisión de seguir en las primarias porque hasta ahora “solo se ha visto votar a un puñado de estados”.
Biden espera un cese el fuego en Gaza para el “próximo lunes”
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este lunes tener “esperanza” de que se alcance un acuerdo para un cese el fuego en la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás en Gaza a partir de la próxima semana.
“Mi asesor en seguridad nacional me dice que estamos cerca, estamos cerca, no estamos ahí todavía. Mi esperanza es que tengamos un alto el fuego para el próximo lunes”, dijo Biden a periodistas durante un viaje a Nueva York.
Los países intermediarios, Catar, Egipto y Estados Unidos, intentan negociar un compromiso con Israel y Hamás con vistas a una tregua.
Según una fuente del movimiento islamista, las conversaciones se refieren a la primera fase de un plan elaborado en enero por los mediadores, que prevé una tregua de seis semanas combinada con la liberación de los rehenes en poder de Hamás y de prisioneros palestinos en Israel.
También la entrada a Gaza de una cantidad considerable de ayuda humanitaria.
Pero Israel exige la liberación de todos los rehenes durante esta pausa y ha advertido de que una tregua no significará el fin de la guerra.
Hamás, por su parte, pide un alto el fuego total, la retirada de las tropas israelíes de la Franja de Gaza y el levantamiento del bloqueo impuesto por Israel desde 2007.
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando comandos de Hamás infiltrados desde Gaza lanzaron un ataque sin precedentes contra el sur de Israel, que causó la muerte de al menos 1.160 personas, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos israelíes.
Durante el ataque, unas 250 personas fueron secuestradas y trasladadas a Gaza. Según Israel, 130 rehenes siguen retenidos, 31 de los cuales se cree que han muerto.
La represalia israelí se ha cobrado 29.782 vidas, en gran parte civiles, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, controlado por Hamás, que contabilizó 90 muertos en 24 horas este lunes.
Con información de Europa Press y AFP