En las cárceles colombianas existen líderes entre los reclusos que ejercen un control significativo. Imparten órdenes sin considerar las normativas del penal y pasando por encima de la guardia carcelaria, la cual se encuentra aterrorizada debido al creciente número de amenazas en su contra.
Cuenta de ello es lo que ocurre en la cárcel La Picota, en Bogotá, donde la organización criminal conocida como Mago anunció un “plan pistola” contra los guardias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).
Fuentes dentro del penal le dijeron a SEMANA que el pabellón de alta seguridad (PAS) “se va a calentar en estos días”, por el cambio de administración y los movimientos que ha hecho Mauricio Ríos Moreno, nuevo director de La Picota, y quien asumió las riendas de la cárcel tras la renuncia de Horacio Bustamante. Ha sido tanto el afán de Ríos por hacer cambios que, según conoció este medio, “cambió todos los servicios de guardia que trabajaban en la dirección el mismo día que se fue Horacio”.
Por medio de un panfleto que circula en La Picota, los miembros de Mago aseguran que tienen el control no solo de la cárcel en Bogotá, sino de otros centros de reclusión en el país, tanto así que se atreven a asegurar que son más “poderosos” que la “misma guerrilla”.
“Hoy, volvemos a pronunciarnos de una manera pacífica con el fin de recordarles que nuestro movimiento está activo para demostrar con hechos que, desde estos lugares que ustedes ignoran, tenemos más control territorial que las mismas guerrillas”, dice el panfleto.
Según Mago, comandados por uno de los líderes de la organización La Inmaculada, una de las más peligrosas del país, “estamos a la espera de una orden para hacerle saber al Gobierno que en las cárceles se maneja el 80 % de este país”.
Condenados y recluidos en La Picota por extorsión y homicidio, entre otros delitos de alto calibre, los Magos se atreven a decir que el “plan pistola” se da por cuenta de la “desconsideración” que supuestamente le tienen a los miembros de esta organización.
“Pedimos que todos los que estamos lejos ya nos dejen estar en nuestros departamentos, no es justo que nos pongan a sufrir (a) nuestras familias para podernos ver, si no tienen sentimientos con nuestras familias, nosotros no los tendremos con ustedes”, aseguran y sentencian que el “a partir del 8 de febrero se declara plan pistola para el Inpec a nivel nacional”.
La situación en el penal es tan tensa que fuentes le aseguraron a SEMANA que temen por su vida a partir del 8 de febrero. Entretanto, el director de La Picota sigue haciendo sus movimientos: “De la cárcel La Modelo llegó trasladado un guardián a La Picota, también es directivo de UTP (Unión de Trabajadores Penitenciarios)”.
Lo cierto es que los guardias del Inpec, tanto de las cárceles en Bogotá como en el resto del país, esperan un mayor respaldo desde el Gobierno nacional y garantías para seguir brindando seguridad dentro de los penales.