Aunque su defensa lo niega tajantemente, la estrategia de Nicolás Petro, quien había confesado con contundencia y sin ningún tipo de presión que a la campaña del presidente Gustavo Petro había entrado dinero de personas cuestionadas, que nunca fue reportado en los libros de campaña, y buena parte terminó embolsillándoselo, sería dilatar el proceso en su contra e incluso sacar de problemas jurídicos a su papá.
Así quedaría demostrado con el nuevo recurso que presentó, luego que el Tribunal Superior de Barranquilla negara la tutela con la que buscaba que se decretara la nulidad sobre el proceso contra Nicolás Petro, que aunque no logró su objetivo, sí dilató por varias semanas el juicio contra el hijo mayor del presidente.
SEMANA tiene en su poder la tutela que ahora presentó uno de sus abogados, Ricardo Gaviria Ramírez, tras el revés que tuvo en el Tribunal y ahora lo presentó ante la Corte Suprema de Justicia con lo que se pospondrá, por lo menos, un mes el reinicio del juicio.
En el extenso documento radicado en la Corte Suprema, conscientes de las largas que genera cada una de estas movidas, la defensa de Nicolás Petro se cura en salud y advierte que no se trata de maniobras dilatorias.
“En el proceso penal en contra de Nicolás Fernando Petro, cualquier solicitud de la defensa se ha querido presentar como una “maniobra” o “estrategia” con el objetivo de dilatar la actuación penal. Sin embargo, se ha acudido a todas las citas de la judicatura y se han acatado sus decisiones. No obstante, el ejercicio de los recursos jurídicos con los que dispone la defensa y que, como se ha visto, en este caso ha ejercitado precisamente en los momentos procesales previstos para ello, no puede ser tachados de maniobras que tengan el objetivo de dilatar injustificadamente el proceso”, explican ante la Corte Suprema.
Argumento válido, pero que es la misma realidad la que controvierte, pues aunque Nicolás Petro había confesado, desde la visita que realizó su papá a su casa en Barranquilla se echó para atrás y desde entonces el caso se empantanó y el hijo mayor del presidente ha tratado de desdecir su confesión y quitarle absoluta validez jurídica tanto en su proceso como el que enfrenta su papá en la Comisión de Acusación y la campaña en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Pese a la claridad de estos hechos, su defensa lo niega.
“De entrada, el estigma que se ha querido implantar en la defensa, dificulta el ejercicio a la defensa, porque cualquier solicitud, reparo, acotación o recomendación será objeto de duda como si se ocultara cualquier perspicacia o como si fuera enemiga, en un sistema procesal que por su naturaleza es adversarial”, afirma el abogado Gaviria Ramírez.
Los argumentos
El tema de la nulidad parecía cerrado. Lo había negado el juez penal del Circuito Especializado de Barranquilla, Hugo Carbonó, y de igual forma lo hizo el Tribunal Superior de la capital del Atlántico. Sin embargo, la insistencia tiene argumentos de lado y lado y evidentes tardanzas en el avance del proceso.
Entre los planteamientos para negar la tutela, como ya lo había revelado SEMANA, el juez Carbonó advierte que “no siempre puede dársele el trámite de concederse o no una invalidez planteada en la acusación, más cuando esta se arropa de solicitudes impertinentes, debe considerarse que el referido remedio procesal es el rechazo de plano, incluso conforme a la Corte Suprema (…) la alta corporación recuerda que el juez no debe contribuir a la dilación del proceso ni permitir intervenciones impertinentes”.
A esto, el juez Carbonó le agregó que “cuando se presentan esa clase de nulidades en una audiencia de formulación de acusación, la ley procesal admite sanciones como el rechazo, la inadmisibilidad, porque no inciden en la validez del proceso y no lesionan garantías fundamentales”.
Por su parte, la defensa de Petro esta vez advierte que se cometieron tres errores claros en la pasada decisión de negar la tutela: “se solicitó la nulidad del acto de parte de la imputación, lo cual no es posible; el contenido del asunto objeto de nulidad puede ser beneficioso para la defensa y puede subsanarse en la misma sentencia; y, finalmente, era un deber del juez, de acuerdo con la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, rechazar de plano la solicitud de nulidad para evitar “dilaciones injustificadas”.
Nicolás Petro tiene la apuesta hecha por salvar a su papá, a la campaña y a él mismo. Pidió que no fuera tomada como prueba su confesión en el Consejo Nacional Electoral y en la Comisión de Acusación de la Cámara.
Ahora se declara un perseguido por la Fiscalía, parece sufrir de amnesia, mientras presenta y presenta recursos que prorrogan el ya demorado juicio en su contra.