La ciudad de Cali está cambiando los separadores viales de plástico que dejó la administración del exalcalde Maurice Armitage por unos de cemento, puntualmente por bloques de este material, situación que ha generado inconformidad en algunos habitantes, tanto en las calles como en redes sociales.
Dicha inconformidad escaló en las últimas horas en intolerancia, pues varios ciudadanos, con mazo en mano, decidieron destruir algunos separadores de concreto alegando que, supuestamente, han causado “muchos accidentes”.
La situación ocurrió en la calle 72W con carrera 28D, en el oriente de la ciudad, donde recientemente fue intervenida toda una intercepción vial.
“Están volando todo eso porque los accidentes se prendieron. Necesitamos la presencia del alcalde para que haga quitar todo eso”, asegura un hombre mientras graba la forma en que otros destruyen los separadores.
Desde la secretaría de Movilidad aseguraron que la Policía ya tiene conocimiento de la situación y está identificando a los responsables, quienes tendrían que responder por daño en bien público.
“Es inaceptable el daño a la infraestructura de nuestra ciudad, y más viniendo de la comunidad, de los mismos caleños. Junto al secretario de Movilidad presentaré denuncias en contra de las personas identificadas que han dañado los bienes del estado”, dijo, entre tanto, el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jimmy Dranguet.
Los separadores viales de cemento, bautizados popularmente como ‘ospibloques’, en referencia al alcalde Jorge Iván Ospina, fueron instalados en esa intercepción, según las autoridades, por los constantes accidentes que allí se presentaban. En el sitio han muerto nueve personas producto de siniestros viales.
“En los últimos seis años tenemos 133 siniestros viales, nueve personas fallecidas, es decir, el 9 % de estos casos han terminado tristemente con gente que pierde la vida. En el último año, presentamos 10 eventos de tránsito que tuvieron lesionados y personas fallecidas. Realizamos un trabajo con encuestas a la comunidad y encontramos que el principal actor que circula en este sector es el peatón, superando a los vehículos, que hacen maniobras peligrosas y exceden la velocidad. El 94 % de los vehículos exceden los límites de velocidad y las motocicletas el 88 %”, dijo William Vallejo, secretario de Movilidad de Cali.
El funcionario aseguró que este proyecto es el primero de una serie del nuevo programa de infraestructura de la ciudad ‘Calles para la Vida’, que con el apoyo de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial (BIGRS) y su aliado GDCI, busca mejorar las condiciones de movilidad de los peatones y ciclistas en puntos críticos de siniestralidad.
La intervención comprende 17 pasos peatonales seguros con distancias de cruce más cortas; un tramo de ciclorruta en calzada (0,7 kilómetros); el aumento de la capacidad semafórica en la zona; la construcción de un paso peatonal y ciclista nuevo para conectar directamente el parque lineal de la calle 72W; además de 500 metros cuadrados adicionales de refugios peatonales.
Carlos Urrego, coordinador en Colombia de GDCI, aliado técnico del proyecto, destacó el compromiso de la ciudad para transformar las calles en espacios que priorizan la vida y promueven la movilidad sostenible.
“El objetivo principal es mejorar el conflicto que existe en las vías entre los usuarios viales del sector. Aquí hay, a diario, paso de peatones, ciclistas, niños, adultos mayores y encuentran una barrera en la vía. Estas acciones están orientadas a mejorar el día a día de los habitantes de la zona, para reducir el límite de velocidad y tener una incidencia positiva en los índices de siniestralidad”, sostuvo.
Agregó que estos elementos tienen dos funciones. “Nos ayudan a controlar la velocidad y sirven como refugios peatonales y de ciclistas; ahora el parque va a estar conectado”, resaltó.
De acuerdo con cifras del Anuario de Siniestralidad Vial en Cali, en 2021 estos actores viales representaron cerca del 47 % de las 294 víctimas fatales por siniestros de tránsito, con 112 peatones (38 %) y 25 ciclistas (9 %) fallecidos en este periodo.
Según la dependencia de Movilidad, “el diseño de esta intervención fue puesto a prueba a finales de 2020. Desde entonces se han realizado diferentes estudios y socializaciones, con miras a informar a la comunidad sobre los alcances de las obras de mejora y armonizar las modificaciones propuestas por la Secretaría”.
Durante el proceso, se realizaron aforos vehiculares y encuestas con los habitantes para conocer el comportamiento de los diferentes actores viales; la velocidad de los vehículos, la operación de los semáforos y la circulación de peatones y ciclistas; así como la dimensión de la intersección y el riesgo que genera el intentar cruzar por la zona.
Jéssica Cabezas, integrante de la Junta de Acción Comunal del barrio Poblado II, destacó que el cambio se puede percibir porque antes primaba la imprudencia en el sector.
“No respetaban las señales de tránsito, el semáforo; no les importaba la vida del peatón. Ahora, poco a poco, están educándose y respetando”, manifestó.