El presidente Gustavo Petro navegará en los próximos tres años de gobierno en aguas turbulentas por cuenta de las investigaciones en su contra luego de los explosivos audios del exembajador de Venezuela Armando Benedetti, quien dijo que a la campaña del entonces candidato ingresaron 15.000 millones de pesos, que no aparecen reportados ante las autoridades.
Los petristas –como era de esperarse– se adelantaron en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes y el Consejo Nacional Electoral (CNE) acudiendo a todo tipo de estrategias para blindar al presidente.
La Comisión de Acusación es la instancia que más le preocupa a Petro, pues, aunque tiene mayorías, las cosas pueden cambiar en cualquier momento. Allí, el representante Wilmer Carrillo, del Partido de la U, le facilitó el escenario. Carrillo, investigado por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema por presunta corrupción, se autoescogió para investigar. Además, designó a los representantes del Pacto Histórico Alirio Uribe, abogado del Polo Democrático, y Gloria Elena Arizabaleta.
Como los opositores al Gobierno no ven garantías porque al presidente lo investigarán sus propios representantes, a quienes él ayudó a elegir, Miguel Uribe, senador del Centro Democrático, junto con los congresistas Juan Espinal y Christian Garcés enviaron una carta a la procuradora Margarita Cabello el 9 de junio pasado en la que le piden que recuse a los parlamentarios petristas.
SEMANA conoció el documento, de 12 páginas, en el que le solicitan a la jefa del organismo disciplinario “que se estudie la posibilidad de presentar una recusación en contra de los representantes Alirio Uribe, Gloria Arizabaleta y Jorge Alejandro Ocampo”.
El último también forma parte de la Comisión y ya fijó su posición de favorecimiento a Petro. De acuerdo con los congresistas del Centro Democrático, “es más que evidente que el representante ya tomó partido por la inocencia del aforado (...). Ya ha hecho un juicio subjetivo a priori en el proceso que cursa en la Comisión”.
En el caso de Alirio Uribe, los uribistas revelaron un trino escrito el 5 de junio por él: “Señor presidente, desde hace 20 años he estado con usted en todas las luchas, en las buenas y en las malas (...). Con usted hasta el final”.
¿Puede Uribe, investigador de la indagación preliminar de Petro, garantizar un juicio ajustado a la ley si de entrada respaldó al presidente? La congresista Arizabaleta también apoyó abiertamente al primer mandatario. La procuradora Margarita Cabello decidirá en los próximos días si solicita la recusación. Sin embargo, su petición será sometida a votación de los parlamentarios y podría caerse.
El presidente tiene nueve congresistas a favor y nueve en contra. No obstante, los últimos, como forman parte de los partidos políticos tradicionales, pueden cambiar de posición y saltar de bando en un abrir y cerrar de ojos. Hernán Cadavid y Óscar Villamizar son los únicos de oposición.
El Gobierno, consciente del riesgo que correría en ese escenario legislativo, empezó a mover sus hilos. Este jueves 15 de junio, los congresistas le archivaron cinco investigaciones a Gustavo Petro, entre ellas el proceso por las declaraciones del general (r) de Venezuela Hugo ‘el Pollo’ Carvajal que apuntaban al ingreso de dineros desde Caracas a la campaña presidencial. Los archivos se hicieron a puerta cerrada y sin la presencia de los parlamentarios del Centro Democrático.
Abogados consultados no entienden cómo un presidente logra que le archiven cinco investigaciones en un solo día. Mucho más cuando en la fila hay varias investigaciones de expresidentes, magistrados, entre otros, que duermen en los anaqueles.
El representante Cadavid pidió que los debates se adelanten de cara a la opinión pública, pero los cercanos al Gobierno se opusieron, alegaron que el presidente era indagado mas no investigado, y los ánimos terminaron caldeados. El representante Alejandro Ocampo lanzó un discurso agresivo contra Cadavid y una de las sesiones debió suspenderse.
Como están las cosas, lo más probable es que el presidente salga bien librado, pues está en las manos de tres cercanos al Gobierno, que, sin duda, evitarán que la indagación se convierta en una investigación.
El petrismo también se ha movido en el CNE, donde se adelanta una indagación preliminar contra el presidente por las cuentas de la campaña.La presidenta, magistrada Fabiola Márquez, cercana al Pacto Histórico, intentó moverse para que el proceso lo llevara un amigo del Gobierno y así blindar al jefe de Estado, pero no lo logró totalmente.El tribunal electoral le dejó la investigación a los magistrados Benjamín Ortiz, liberal, y a Álvaro Hernán Prada. En cualquier escenario, Petro resultará victorioso.