El azúcar es un ingrediente que ha formado parte de la alimentación de las personas desde hace millones de años. Sin embargo, su consumo excesivo puede derivar en diversas complicaciones de salud. Muchas de las afecciones que se enfrentan son generadas por niveles elevados de esta sustancia en el cuerpo y es por ello que no solo se habla de sus efectos en el desarrollo de la diabetes.
Si bien el organismo requiere de determinada cantidad de azúcar para funcionar de manera óptima, su ingesta debe ser mesurada y lo ideal es que provenga de alimentación saludable.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que tanto para los adultos como para los niños, el consumo de azúcares libres (procesados) se debería reducir a menos del 10 % de la ingesta calórica total. Una disminución por debajo del 5 % de la ingesta calórica total produciría beneficios adicionales para el cuerpo.
Un 10 % de la ingesta calórica total significa que si la persona ingiere diariamente unas 2.000 calorías, el consumo de azúcares libres debería ser como máximo de 50 gramos al día, precisa el mencionado organismo.
El análisis titulado “Azúcares adicionados a los alimentos: efectos en la salud y regulación mundial. Revisión de la literatura”, indica que el consumo elevado de azúcares se asocia con diversas patologías como sobrepeso, obesidad, alteraciones hepáticas, desórdenes del comportamiento, diabetes, hiperlipidemia, enfermedad cardiovascular, hígado graso, algunos tipos de cáncer y caries dental.
Además, puede contribuir al desarrollo de alteraciones psicológicas como la hiperactividad, el síndrome premenstrual y las enfermedades mentales, por lo que es determinante reducir su consumo para evitar complicaciones, pues así es su relación con algunas enfermedades que pueden prevenirse.
Diabetes
Una de las enfermedades que se puede evitar con un consumo adecuado de azúcar es la diabetes. Esta es una afección crónica se caracteriza por niveles elevados de glucosa en la sangre debido a la resistencia a la insulina o a una producción insuficiente de esta hormona que se encarga de regular esta sustancia en el cuerpo.
Obesidad
La ingesta regular y en exceso de azúcar también influye en el desarrollo de obesidad, por lo que su control es clave para evitar esta complicación de salud, la cual puede derivar en otra serie de afecciones. El azúcar está relacionado con el exceso de peso debido a que puede estimular el almacenamiento de grasa y aumentar el apetito, lo que se traduce en un mayor consumo de calorías.
Cuando una persona elimina completamente el azúcar de su vida cotidiana, también estará reduciendo la ingesta calórica y, por tanto, motivando la pérdida de peso, lo que a su vez puede ayudar a prevenir la obesidad y complicaciones asociadas, como son las enfermedades relacionadas con el corazón y las diabéticas.
Enfermedades cardiovasculares
Como se caba de mencionar, el consumo excesivo de azúcar también se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades que tienen que ver con el corazón, incluida la hipertensión, el aumento del colesterol LDL (colesterol “malo”) y la inflamación crónica.
Cáncer
Bajarle al azúcar también ayudaría a prevenir el desarrollo de cáncer. De acuerdo con American Society of Clinical Oncology los estudios han demostrado que comer azúcar con moderación como parte de una dieta saludable no provoca cáncer. Sin embargo, consumir esta sustancia en exceso puede contribuir a un patrón alimentario no saludable u obesidad, que es un factor de riesgo para el desarrollo de la mencionada enfermedad.
Así las cosas y con el fin de tener una vida más saludable, la recomendación de los expertos es consumir una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, cereales integrales, proteínas magras y evitar al máximo la ingesta excesiva de azúcares, pues esto puede causar complicaciones.
Referencias:
American Society of Clinical Oncology
Azúcares adicionados a los alimentos: efectos en la salud y regulación mundial. Revisión de la literatura
Obesity and sugar: allies or enemies
Organización Mundial de la Salud