La mandarina es considerada una de las frutas más refrescantes y su dulce sabor la hace infaltable en muchos estantes de todo el mundo. Pero, más allá de la inconfundible sensación que deja al gusto, este producto de la naturaleza posee múltiples propiedades para el cuerpo humano.
Consumir este alimento diariamente contribuye a prevenir los signos del envejecimiento, a mejorar el proceso digestivo, a fortalecer el sistema inmunológico y a absorber el hierro que requiere el cuerpo para su adecuado funcionamiento, ente otros beneficios.
De acuerdo con la revista Mejor con Salud, la cantidad de vitamina C en una mandarina es de 35 miligramos por cada 100 gramos. Asimismo, indicó que un par de mandarinas cubre aproximadamente la mitad de las necesidades diarias de vitamina C.
De acuerdo con un artículo de WebM, investigaciones concluyeron que esta fruta posee ácido fólico, uno de sus componentes más importantes porque interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos; además, brinda una capacidad anticancerígena, evitando el riesgo de manera considerable de contraer un cáncer conocido como carcinoma nasofaríngeo.
Consumir con frecuencia este fruto y en jugo permitirá que el organismo se beneficie de los flavinoides, antioxidantes que luchan en contra de los radicales libres, que son moléculas que dañan los órganos y envejecen las células de la dermis.
Este componente estimula la regeneración de las células, cuidando los tendones, los ligamentos, las venas, la piel y hasta el cabello.
Esta fruta entrega la posibilidad de mejorar el funcionamiento cerebral, debido a que una cantidad importante de sus componentes son reconocidos por los beneficios neurológicos que traen consigo, explica el portal Huffpost.
“Algunos componentes de las mandarinas (como el ácido fólico, el potasio y varios antioxidantes) son conocidos por sus beneficios neurológicos. El potasio aumenta el flujo de la sangre que va hacia el cerebro y mejora la actividad neuronal, la concentración y las facultades cognitivas”, explica.
Adicionalmente, su contenido de vitamina B6 puede ayudar a controlar y prevenir el impacto que puede tener una depresión desde la parte mental. Sin embargo, los expertos recomiendan no excederse en el consumo de esta fruta.
Por esa razón, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
En cuanto a la salud cerebral es importante realizar ejercicios mentales, lo que debe ser complementado con una buena hidratación, alimentación balanceada y actividad física.
Otras propiedades
- Como sus parientes cítricos, la naranja, el pomelo y el limón, su pulpa está formada por numerosas vesículas llenas de jugo rico en vitamina C, flavonoides, betacaroteno y aceites esenciales.
- Un par de mandarinas cubre aproximadamente el 10 % del betacaroteno o provitamina A.
- El ácido cítrico es el responsable de su agradable acidez. Esta sustancia ejerce un efecto desinfectante y potencia el de la vitamina C.
- Destaca su riqueza en ácido fólico: 100 g aportan el 40 % del que se precisa al día. Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, la síntesis de material genético y la formación de anticuerpos. También contiene pequeñas dosis de B1, B2 y B6.
- El mineral que más abunda en la mandarina es el potasio, necesario para la generación y transmisión de los impulsos nerviosos, la actividad muscular y el equilibrio hídrico de las células. También aporta calcio y magnesio y, en menor cantidad, hierro y cinc y fósforo.