Estos alimentos aumentan la longevidad de las personas.
Este método aumenta la longevidad de las personas. | Foto: Getty Images

Bienestar y Nutrición

La técnica japonesa que permite alargar por años la esperanza de vida

El concepto de Ikigai tiene sus raíces en la isla de Okinawa, hogar de la población más longeva y feliz del mundo.

Cada individuo requiere un propósito en la vida, una fuerza impulsora que los motive diariamente. En Japón, parecen entender de manera clara la importancia de encontrar lo que denominan “Ikigai” o la razón de ser. Esta búsqueda de un sentido vital se ha extendido por todo el mundo.

No es casual que, dadas las circunstancias globales actuales, esta filosofía haya ganado relevancia. Invita a las personas a tomarse un respiro y buscar la motivación que guiará su camino en el futuro.

Ikigai, que se compone de las palabras japonesas “iki” (vida) y “gai” (que merece la pena), representa el secreto de los japoneses para vivir una vida plena, prolongada y repleta de felicidad. Esta filosofía se enfoca en descubrir aquello que da significado y valor a la vida de cada individuo.

Meditación
Todas las personas necesitan identificar su propósito en la vida. | Foto: Getty Images

¿Qué significa ikigai?

El concepto de Ikigai tiene sus raíces en la isla de Okinawa, hogar de la población más longeva y feliz del mundo. Este concepto sugiere que cada individuo lleva consigo una razón profunda para vivir, un propósito interno que requiere una exploración cuidadosa para ser descubierto. En esencia, el Ikigai es la motivación que nos impulsa a levantarnos por la mañana, una amalgama de lo que nos apasiona y en lo que somos hábiles.

La rutina frenética de la vida moderna a menudo nos sumerge en una obsesión por el trabajo y los aspectos personales. Aunque aparentemente estamos en movimiento constante, rara vez nos tomamos el tiempo para apreciar las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Es aquí donde entra en juego el Ikigai, como “la razón para vivir”.

ikigai - Japanese concept
la técnica IKIGAI permite que las personas puedan vivir felices durante su estadía en este mundo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Desde la perspectiva japonesa, el Ikigai se define como la intersección entre lo que amamos hacer y en lo que somos excelentes. Descubrir este propósito profundo puede generar una gran felicidad, y es importante destacar que no hay un solo propósito definitivo. Los intereses y valores de una persona evolucionan con el tiempo, permitiendo que el Ikigai también se transforme.

Este concepto no es estático ni perfecto. La voluntad de crecer y mejorar permite que las personas planifiquen sus vidas a largo plazo según sus propias aspiraciones. En la cultura japonesa, tener un propósito vital es tan vital que su concepto de jubilación difiere significativamente del occidental. En lugar de retirarse por completo, muchos japoneses continúan dedicándose a actividades que les apasionan, manteniendo así su Ikigai vivo y floreciente a lo largo de sus vidas.

¿Dónde se encuentra el propósito de vida de cada persona?

El Ikigai se descubre en el punto donde todos estos aspectos de la vida de una persona convergen y se mantienen en armonía. Es el lugar preciso donde las pasiones, habilidades, vocaciones y necesidades del mundo se encuentran y se entrelazan de manera equilibrada y significativa. Encontrar este punto de equilibrio implica una introspección profunda para descubrir lo que realmente importa y da sentido a la vida de alguien. Es un viaje personal que implica la exploración de las pasiones y talentos individuales para lograr una vida plena y satisfactoria.

Este se basa en cuatro pilares fundamentales:

  • La pasión: es la combinación de lo que amas hacer y de aquello en lo que eres bueno.
  • La misión: está en el equilibrio entre lo que necesita el mundo de ti y lo que tú amas hacer.
  • La vocación: cuando lo que necesita el mundo de ti se combina con aquello que sabes hacer y por lo que te pueden pagar.
  • La profesión: cuando te pueden pagar por aquello en lo que eres bueno.
pensar el país
Es necesario que las personas piensen cuál es su propósito en la vida. | Foto: Getty Images

¿Cómo aplicar el método Ikigai?

  • Dibujar cuatro círculos vacíos y asignarles un color diferente a cada uno.
  • En el primero escribir todo lo que la persona ama hacer, lo que le gusta y disfruta. Por ejemplo: leer, pintar, cantar, bailar.
  • En el segundo círculo poner en lo que es bueno. Podría ser cocinar, escribir, organizar.
  • Para el tercero, pensar en aquellas habilidades y conocimientos valiosos por los que los demás estarían dispuestos a pagarte. Quizás estudios formales en alguna especialidad.
  • En el cuarto, describir todo lo que serías capaz por los demás o por el planeta, aunque no le paguen por ello. Algunos ejemplos: rescatar animales de la calle, reforestar un espacio verde o cuidar niños. Debe ser algo que harías con voluntad propia y contra toda dificultad.

Referencias científicas