UN CORDON GRUESO

31 de agosto de 1992

Dentro de los detalles que rodearon el operativo militar que se montó alrededor de la cárcel de Envigado hace dos semanas hay uno que sorprendió particularmente a los funcionarios que le hicieron el seguimiento a lo que sucedió esa noche. En el momento de la fuga de Pablo Escobar había un cordón militar quel parecía infranqueable, puesto que estaba apostado un soldado cada seis metros. La medida, sin embargo, no fue suficiente para evitar la fuga del jefe del cartel de Medellín.