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HACIENDO LA GUERRA

La historia detrás de la serie de T.V. "Vientos de Guerra"

27 de mayo de 1985

Nuevos vientos están soplando en la programadora Eduardo Lemaitre. Y no precisamente los del páramo de Pisba o los que impulsaron las carabelas de Colón o condujeron las naves de Drake a Cartagena. Hasta hace tres semanas corrieron unos más lejanos, de Oriente, con toda la historia de Marco Polo, tal vez la serie más costosa que se haya realizado para T.V. Ahora, los colombianos estan viendo "Vientos de Guerra", una serie de la Paramount-ABC sobre los eventos que derivaron en la Segunda Guerra Mundial.
La programadora resolvió salirse del corralito colombiano y ha decidido no revivir "nuestra" historia, sino "la" historia, dentro del espacio de los domingos (8:30 p.m. a 9:30 p.m., Cadena 1) que los televidentes se habían acostumbrado a identificar con patillas de próceres, uniformes realistas y patriotas, salvas de artillería y tomas cerradas de cascos de caballos para reproducir, en escenarios casi siempre iguales, con actores casi siempre los mismos, las batallas de la campaña libertadora. Pero la cuota de celo Patriótico se fue haciendo cada día más difícil de mantener por su alto costo, una no muy jugosa pauta publicitaria y apenas una decorosa, audiencia para esfuerzos de esa magnitud en ese horario. De ahí que se entrara en la onda de los enlatados, eso sí dentro de la política de la programadora, que se ha propuesto hincarle con seriedad el diente a la historia.
La serie que ahora está saliendo al aire, tiene detrás anécdotas e impasses que comenzaron en 1978 y que SEMANA recoge de publicaciones sobre el tema.
Dicen que no caía nieve cuando era necesario y que nevaba cuando nadie quería ver un copo de nieve más. Un productor se fue en un arrebato de cólera, el autor se resistía a los comerciales, un escritor murió y un importante actor tuvo un desacuerdo tan profundo con el director que fue reemplazado por otro, pero más cooperativo. La selección de los actores tardó cerca de un año, el reconocimiento de las locaciones casi dos, y el productor-director dedicó cuatro años de su vida al proyecto. Entonces, cuando casi todo estaba en órden y las cosas parecían estar "a punto de caramelo", estalló una huelga de actores. ¿Un ritual más de la T.V. de Hollywood?
No necesariamente. Esta podía producir prácticamente una catástrofe: la mini-serie de la Paramount-ABC, "Vientos de Guerra", debía filmarse en poco tiempo, en segmentos de dos o tres horas, para un producto final de 18 capitulos de 60 minutos. Además, la obra, adaptada para T.V. de la crónica homónima escrita por el novelista Herman Wouk, debía ser "la última novela para T.V.", todo esto, sin contar con que se habían gastado fortunas buscando locaciones en Estados Unidos y Europa para realizar la serie en la que era imperativo "preservar un verdadero sentido de la historia".
La filmación comenzó en Zagreb (Yugoslavia) en diciembre de 1981. Allí, Bruno Lustig, un hombre de cine yugoslavo, se puso a la pata del director general de la serie, Dan Curtis, y logró "hacer trabajar juntas a las más variadas multitudes de gente".
Solamente en Yugoslavia, el equipo se componía de 150 trabajadores además de que fue necesario incorporar 400 ó 500 extras, para las tomas de antes y durante la guerra en Polonia y Rusia, para lo cual el país de Tito sirvió de escenario. Michael P. Schoenbrun, productor ejecutivo de la serie, cuenta que tenían que "traer nuestras multitudes al palacio de los Deportes de Zagreb a las 4 de la mañana, para poder empezar a rodar a las 8". Se construyeron niveles para guardar el vestuario de 1930 que la gente debía usar, lo mismo que lugares especiales para que los extras dejaran sus propias ropas. Fue realmente un esfuerzo grande lograr que toda esa gente estuviera a tiempo en el set con la ropa adecuada, el maquillaje correcto, y aun con los cortes de pelo de la época.
Porque "Vientos de Guerra" se extendía por toda Europa hacia Rusia y más allá hacia el Pacífico, la logística implicó no sólo el movimiento de tropas --en la forma de estrellas, actores protagonistas y cientos de extras-- alquiler de equipo y transporte, sino también el traslado de todo al sitio exacto en el tiempo adecuado del año, según los planes. Esto significó un estricto programa de rodaje que brincó de Zagreb a Roma, a Viena (que sustituyó tanto a Berlín como a Moscú) y de nuevo a Yugoslavia; regresó a Viena y luego pasó por Alemania (Berchtesgaden y Munich), Italia, Londres y Bremerton (Washington donde fueron filmadas las escenas la reunión entre Roosevelt y Churchill (cuando se acordó que Estados Unidos arrendaría a Inglaterra equipo bélico), y finalmente a Port Huenen (California) donde, en diciembre 7 de 1981, el ataque de Pearl Harbor fue repetido para la película.
Aún con toda la cuidadosa coordinación de tiempo y lugar, el clima no siempre cooperó. A pesar de que les habían asegurado que por esa época era impajaritable la nieve en Zagreb, ese año no nevó. Fue para la triste escena de despedida entre Pamela Tudsbury, la joven inglesa (papel interpretado por la actriz Victoria Tennant), y Pug Henry, sobre quien gira toda la película (representado por Robert Mitchum). Se suponía que era un crudo invierno en la Plaza Roja de Moscú. Se había dispuesto todo para la escena pero la nieve se resistió. Se pidió permiso a las autoridades para filmar con nieve artificial, asegurando que dejarían limpio el lugar de la escena, pero se negaron diciendo que se haría "mucho mugre". Se intentó la escena nuevamente unas semanas más tarde frente a un edificio en Viena, pero tampoco nevó. Sin embargo, se logró realizar la escena utilizando un trucaje: 10 mil dólares el polvo de mármol que se esparció sobre una extensa área, y espuma de la que se usa para emergencias en los aeropuertos, en los techos de los edificios vecinos y en los árboles que se mostrarían en la película. En otra oportunidad, el equipo estaba filmando la escena de una batalla en el frente ruso en un pequeño pueblo en las afueras de Zagreb, donde Pam y Pug observaban la acción. Finalmente nevó. Pero en forma insignificante. El director estaba preocupado, porque pensaba que no era el tipo de nevada que uno podría ver en Rusia.
Heinz Weiss, el actor que estaba desempeñando el papel del gran estratega alemán Heinz Guderian, se llevó a Curtis a un lado y le dijo: "No te preocupes, así fue como sucedió entonces. Estaba haciendo mucho más frío pero no había mucha nieve". Y lo decía con conocimiento de causa. Weiss había estado, cuando tenía 20 años, en el frente ruso.
Pero no todo fue tan tenaz. Cuando filmaron el encuentro en el Atlántico de Churchill y Roosevelt a bordo del "Missouri" (el barco donde se firmó la rendición del Pacífico), "desempolvado" de la base naval de Bremerton para hacer el papel del "Príncipe de Gales", todo marchó como un relojito: 500 marinos del "Enterprise" de la armada norteamericana fueron vestidos con uniformes de la marina de Gran Bretaña y Estados Unidos de los años 40; una banda británica tocó "Dios salve al Rey"; un conjunto de cobres interpretó The Star Spangled Banner, y Ralph Belamy, como Roosevelt, soportado por un extra que hacía el papel de su hijo James, avanzó sobre la pasarela del "Missouri-Príncipe de Gales", para salir al encuentro de Howard Lang que hacía el papel de Churchill. Quienes presenciaron la escena afirmaron que era como si la historia se hubiera repetido. Y en cierto sentido fue así. Cada gesto, cada vestido, cada movimiento fue copiado de documentales que existían sobre la reunión. El director Curtis, es un perfeccionista y todo lo había planeado al dedillo. Ninguna parte fue irrelevante para él, que tuvo que enfrentarse, entre otras cosas, al manejo de mucha gente que debía acomodarse a estilos y caras de 40 años atrás. Caras modernas resultarían extrañas en fotografías envejecidas. Pero Curtis le puso tanta atención al papel de un mesero como al de los protagonistas. Robert Mitchum fue, simplemente, el primer escogido para hacer el papel de Pug. A pesar de que no había hecho antes trabajos para T.V., estaba ansioso por el papel. Es, según el director, un extraordinario actor, que se concentra completamente en toda la escena. "Tiene la misma cualidad que Marcello Mastroiani. Uno los ve trabajando y piensa que lo hacen bien, pero no extraordinariamente. Sin embargo, cuando uno observa lo filmado, se asombra de esa cualidad especial que es la de estar ahí cada minuto de la película".
A pesar de los aciertos del reparto, se presentaron problemas: el viejo actor y profesor Le Strasberg debía representar el papel del erudito e idealista recluso Aaron Jastrow. Sin embargo, actor y director no pudieron entenderse y Curtis dejó ir a Strasberg. Entonces se planteó el problema de qué hacer con Jastrow, un coprotagonista de mucha importancia en la película. Otro actor-profesor, John Houseman, aceptó el papel. Y todos quedaron satisfechos por el alto profesionalismo que demostró durante el rodaje, especialmente teniendo en cuenta que a sus 70 años tuvo que hacer una escena muy ruda en la cual un caballo desbocado lo atropellaba y lo dejaba tendido en el terreno.
Pero también hubo hechos qué lamentar: el guionista británico Jack Pulman (autor de los guiones de "Yo, Claudio", "Crímen y Castigo", "Guerra y Paz") fue encargado de hacer la adaptación de la novela de Wouk a comienzos de 1978. Pero en mayo del 79 murió repentinamente de un ataque al corazón. Fue entonces cuando se decidió que Wouk mismo escribiría el libreto, al cual contribuyó también en buena parte el director. Sin embargo, la conexión del autor con la realización no estuvo exenta de fricciones. Inicialmente, se opuso a los cortes para los espacios de comerciales, alegando que romperían el ritmo de la acción. Más tarde, cuando el dinero se vislumbró como un problema que podría ocasionar la suspensión de la filmación, (el costo final fue de 35 millones de dólares), Wouk se "ablandó" después de una desesperada intervención de Curtis para que llegaran a un acuerdo con la ABC.

Después de filmar las escenas de Berlín y unas de Moscú en Viena, el equipo de filmación se trasladó a Berchtesgaden, en los Alpes bávaros, el refugio de Hitler, el nido del águila que ahora es un lugar de turismo. "Todos sentimos el impacto del lugar. La guerra debió empezar allí realmente, con Hitler, Hess y Coering en una conversación. El lugar tenía un halo diabólico, uno podía sentir de alguna manera que allí había comenzado la guerra", afirmó el productor ejecutivo de la serie. Sin embargo, esos sentimientos no predominaron y con "la satisfacción del deber cumplido", todo el equipo involucrado en la empresa de realizar 18 horas sobre un suceso relativamente reciente de la historia, sintió que algo definitivamente había terminado.--
El autor y la obra
La novela de Wouk, "Vientos de Guerra", narra los turbulentos eventos entre 1939 y 1941 que condujeron a la Segunda Guerra Mundial. La historia novelesca de una familia de la Armada americana es contada sobre la base de una exhaustiva investigación histórica. Sus experiencias hablan de amores y fracasos, coraje y cobardía, heroismo e indiferencia de la gente que vivió durante ese breve pero significativo período de la historia. Sus palabras y hazañas están yuxtapuestos a la narración y los actos de Hitler, Churchill, Roosevelt, Mussolini y Stalin.
La novela de Wouk fue publicada en 1971 y el New York Times la tuvo en su lista de best-sellers durante 16 meses. Más de tres millones de copias se han vendido en los Estados Unidos y ha sido traducida a 15 idiomas. La historia se centra en torno del comandante Pug Henry y su familia, durante los meses que precedieron a la invasión de Alemania sobre Polonia en 1939 y culminan con el bombardeo japonés a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941.
El autor, Herman Wouk, nació el 27 de mayo de 1925 en la ciudad de Nueva York, en el seno de una familia ruso-judía. Hizo sus estudios preuniversitarios en colegios públicos del Bronx y se graduó en la Universidad de Columbia. De 1936 a 1941 fue libretista del show de radio de Fred Allen.
Durante la Segunda Guerra prestó servicio a bordo del Zane, un destroyer que participó en las acciones del Pacífico. Wouk cuenta con varias novelas escritas; Aurora Dawn, que escribió mientras estaba en la Armada y que fue publicada en 1947: The City Boy (1948); empezó a escribir "El motín del Cayne" en 1949, pero sólo llegó a publicarla en 1951 y al año siguiente ganó el Premio Pulitzer. En 1955 publicó Marjorie Morningstar que sirvió de base a una película realizada en 1958 en la cual Natalie Wood hizo el papel principal. La única obra de no ficción de Wouk es This is My Cod (1959), que es un recuento personal de la fe, en 1962 publicó Youngblood Hawke. En ese imismo año empezó "Vientos de Guerra", que interrumpió para escribir Don't Stop the Carnival.
Para ayudar a los lectores a entender "Vientos de Guerra", Wouk creó una serie de capítulos que atribuyó a un novelesco miembro del Estado Mayor alemán, a manera de diario, que en la T.V. sé transformó para dar lugar a un personaje: el general Armin Von Roon. War and Remebrance, publicada en 1978, sigue a la familia de Henry desde Pearl Harbor hasta el final de la guerra.