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"LA NOCHE DE LOS MEJORES"

Tercer Premio CPB fue, en general, bien recibido.

12 de marzo de 1984

Pese a que por primera vez, en los tres años de historia del Premio Nacional de Periodismo del CPB, horas antes se habían comenzado a filtrar algunos de los nombres de los galardonados, un ambiente de expectativa reinaba en el Centro de Convenciones Jiménez de Quesada a las 8 y 30 de la noche del jueves pasado, Día del Periodista, donde se celebró la entrega de los premios.
Un jurado conformado por Margarita Vidal, Gabriel García Márquez y Alfonso Fuenmayor,había llevado a cabo su escogencia en circunstancias por demás especiales. Margarita, la única que estuvo presente en el Centro de Convenciones, tuvo que hacer múltiples consultas telefónicas a García Márquez, quien estaba en México, y debió viajar a Barranquilla a conversar con Fuenmayor, antes de redactar el acta. Además, ella misma se declaró impedida para juzgar los trabajos enviados por la revista Cromos, cuya dirección había dejado recientemente, y aquellos que tuvieran que ver con el caso del Grupo Grancolombiano.
Estas circunstancias, sin embargo, no afectaron mayormente la decisión que fue, en términos generales, bien recibida. El premio en prensa para El Espectador por sus investigaciones sobre los fondos Bolivariano y Grancolombiano y autopréstamos en el Banco de Colombia fue aplaudido unánimemente por el auditorio.
En cuanto a radio, Caracol con 6 a.m. 9 a.m. volvió a alzarse con el premio, gracias a la entrevista obtenida con Guillermo Bazán Sinisterra, polizón sobreviviente del viaje en un buque carguero alemán. El comentario general fue que el premio debía ser para Bazán antes que para el grupo de periodistas de Caracol por la habilidad para el relato que desplegó el sobreviviente. El equipo de 6 a.m. 9 a.m. pareció estar de acuerdo con esta apreciación, pues donó los 100 mil pesos del premio a Bazán.
En la categoría de televisión, el premio para Efraín Marín, por su informe sobre Las Malvinas al cumplirse el primer aniversario de la guerra fue también muy aplaudido, pese a que resultaban "derrotados" dos excelentes trabajos de Olga Behar, sobre desórdenes en Chile, y Germán Castro Caycedo, sobre la Iglesia y el conflicto centroamericano.
En caricatura, Alvaro Donado de El Espectador aumentó la gloria del diario de los Cano al obtener el premio por su serie de caricaturas fotográficas sobre temas políticos.
La mayor polémica, si la hubo, se centró en el premio a Ricardo Tissnés, fotógrafo de la Presidencia de la República, por su trabajo "Betancur se puso las botas", una curiosa placa lograda en una gira del primer mandatario en compañía de su entonces ministro de Defensa, general Fernando Landazábal. Para muchos, la foto ganadora debió haber sido la de Tito Aristides Casas quien, en franca competencia con otros fotógrafos que se encontraban en el lugar, disparó su cámara para captar al hasta hace poco gerente de Corturismo, Augusto de Pombo Pareja, bailando con el escritor García Márquez.
La diferencia del trabajo de Tissnés, quien por lo general no tiene que darse codazos con sus colegas para lograr una placa, con el muy luchado de Casas, era el argumento esgrimido esa noche por aquellos que querían que éste hubiese obtenido el premio. Pero la indiscutible calidad de la foto de Tissnés no estuvo nunca en discusión.
El premio para la tesis de grado fue para Raúl José Díaz Castrillón, quien ni siquiera pudo llegar hasta el estrado a recibir su galardón, pues nadie lo conocía y cuando se paró y comenzó a caminar hacia la mesa donde se le iba a hacer entrega del premio, leyeron el nombre de otro premiado y el recién graduado tuvo que devolverse.
La mención honorífica concedida a la periodista Ligia Riveros, por su trabajo aguerrido y los riesgos que con cierta frecuencia corre para obtener las crónicas que publica en Cromos, también mereció buenos comentarios.
Pero, sin duda alguna, lo más aplaudido y comentado de la noche del jueves pasado fue el documental de Cecilia Orozco que se presentó antes de la entrega de los premios y cuya buena calidad contrastó con los defectos de la transmisión en directo desde el Centro de Convenciones de la llama da "Noche de los mejores".
El documental resumió, basado en diferentes testimonios, los crímenes cometidos contra periodistas de provincia durante 1983 y fue un campanazo de alerta sobre una situación que, al menos el año pasado, adquirió visos dramáticos. Distintos casos de periodistas asesinados o heridos en atentados en Valle y Antioquia, a causa de las denuncias periodísticas que venían haciendo fueron presentados en forma sobria y seria, con el sello muy particular de Cecilia Orozco.
Fue, de alguna manera, un premio de consolación para el periodismo de provincia que por primera vez en la corta historia del premio, no obtuvo ningún galardón, pues todos los premios recayeron en medios capitalinos.