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PICA Y PALA A NAPOLEON

Un ejército de historiadores laboran como topos en un patio del museo del Louvre

1 de abril de 1985

Estudiar la ciudad a través de su desarrollo y sus transformaciones, preparar una confrontación entre los diferentes tipos de fuentes históricas, y escribir una historia del urbanismo, tal es el proyecto en el que se encuentra embarcado un grupo de especialistas de París. La oportunidad la brindó la puesta en marcha del programa de reacondicionamiento del museo de Louvre (ver recuadro): 25.000 metros a excavar en el Patio Napoleón, donde se erigirá en tres años la polémica pirámide de vidrio.
El lugar es de una importancia arqueológica gigantesca pues la ciudad nació y se formó alrededor de lo que hoy es el Louvre, y la construcción del palacio está íntimamente ligada a su desarrollo urbano. De Lutecia a Napoleón III, todas las formas de ocupación del espacio en Francia han dejado huellas en el Louvre. Por esta razón, antes de comenzar la construcción de sótanos y galerías subterráneas del museo, el gobierno decidió dejar dos años pára estudios arqueológicos de la zona, de marzo de 1984 a febrero de 1986. Cincuenta y seis arqueólogos y técnicos, 3 historiadores trabajando a tiempo completo sobre los archivos del área y un presupuesto de 140 millones de pesos anuales, dan una idea de la magnitud de este proyecto. Se trata de "devolverle (intelectualmente) el Louvre a la ciudad, estudiando de la manera más completa posible la historia, la topografía, la vida de ese barrio de París enteramente desaparecido".
El monumental estudio comienza con un análisis de las formaciones sedimentarias subyacentes a las construcciones medievales y de los aluviones recientes del Sena, dado que la proximidad del río permite suponer implantaciones prehistóricas. Después sigue el estudio del desarrollo de la ciudad misma, dividido en dos grandes períodos: del castillo fortaleza de Felipe Augusto, construido a fines del siglo XIII a Carlos V el sabio (1338-1380), y la ciudad intra-muros a partir de 1380. Una excavación paralela a la del Patio Napoleón, ha rescatado ya los vestigios del palacio de Carlos V y del Torreón de Felipe Augusto. De estas construcciones subsisten casi intactos la infraestructura del torreón, el foso y los muros fortificados, así como infraestructuras de las alas este y norte del palacio de Carlos V. Su interes arqueológico y arquitectónico se encuentra aumentado aún más por la presencia de torres y pilares que pocas edificaciones de la época han conservado tan bien.
En cuanto a las excavaciones del Patio Napoleón, el estudio de las formas de construcción, de los materiales utilizados y de los utensilios encontrados, servirá para describir la historia de la evolución arquitectónica, su transformación con la aparición del urbanismo clásico, y el cambio en el perfil de sus habitantes, el paso de la zona de barrio popular a barrio burgués. Los primeros asentamientos urbanos de la región datan del siglo XIII. Desde los inicios del siglo, una ciudad medieval debió estar ya conformada alrededor del castillo-fortaleza. Un trazado ogtogonal de calles fijó desde entonces la configuración urbana de la zona. Según han podido establecer las excavaciones, este trazado fue respetado a través de los años. En el siglo XIV, bajo el reinado de Carlos V, se dio el primer intento de organizar la ciudad sobre un plan preconcebido: se intentó separar funciones, aislar los centros administrativos y religiosos de los mercados de animales, separar con muros a la urbe del campo. Pero sólo hasta el siglo XVI la ciudad empieza a ser realmente regida por una voluntad de política urbana. Durante los años intermedios la ciudad se fue desenvolviendo al arbitrio de diferentes necesidades, construyendo, tumbando y reconstruyendo, y dejando como testimonios capas sobre capas de cimientos, de letrinas, de cavas. Lo que hoy se intenta es una lectura "a la inversa" una reconstrucción de adelante hacia atrás de ese desarrollo.
Todavía es demasiado pronto para calcular su aporte definitivo. Pero varios indicios permiten ser optimistas.
Los hallazgos han sido clasificados en dos grupos. El primero corresponde a los anexos del palacio y llegan hasta el siglo XVII, cuando el terreno fue transformado en plaza pública. Poco y nada hay escrito a propósito de esta zona. En parte, debido precisamente al carácter técnico y real del lugar, reservado a la utilería, la artillería y las cocinas. Pero gracias a ello mismo, la zona ha sido poco "revuelta" a través de los años y es una de las áreas más interesantes desde el punto de vista arqueológico. Se han encontrado aquí trazas galo-romanas, vestigios de construcciones temporales o provisorias de la Edad Media, y numerosos restos de construcción "dura" de los siglos XIV a XVII. Los residuos galoromanos, aunque poco abundantes, cubren todo el período del siglo I a IV, y testimonian ocupaciones durante el siglo VII y VIII. Piezas sueltas, esculturas aisladas, llegan hasta el siglo X. Los análisis sobre estas muestras empiezan a hacerse, y resta todavía bastante terreno por explorar.
Solamente en vidrio y en cerámica, se han reconstruido ya varios centenares de vasos y de recipientes que dan una imagen cronológica y tipológica del material comprado, utilizado y fabricado en París entre los siglos XIV y XVIII. Se han hallado, además terracotas que debieron servir como "anuncios publicltarios" a arquitectos y escultores hacia el siglo XV, e incluso un horno de alquimista, el primero hallado en su género, y del cual sólo se tenían referencias escritas. Con tanto material por estudiar se trabaja a plena máquina. Este año deberá terminarse la excavación y comenzará la construcción de la pirámide y de las galerías subterráneas. Y si estos últimos se han convertido en fuente de polémicas sobre la arquitectura y el urbanismo modernos, los trabajos que les han precedido parecen participar con un aporte bien importante al conocimiento de la arquitectura y del urbanismo en el pasado. -
María Clara Rueda, corresponsal de SEMANA en París -
LA PIRAMIDE POLEMICA
"Uno le debe ese respeto al poder absoluto de no examinar nada cuando el rey lo ha querido". Con esta cita de Corneille los franceses preparan una nueva andanada contra Mitterrand.
Las baterías esta vez las produjo, al menos en parte, el mismo Presidente.
Se trata de la famosa pirámide en vidrio del Louvre, elegida como solución a los problemas del museo, sin que mediara concurso alguno, por el jefe de gobierno. Con una maleabilidad poco usual, el proyecto pasa de "diamante puro caído al centro de París" a "infame verruga en la naríz de una viuda rica", para girar a mitad de camino hasta convertirse en arma política contra los que le dieron el visto bueno. El argumento político es básicamente ése: la ausencia de un concurso. Hubo un concurso para construir el Centro Pompidou; concurso para la ópera de La Bastilla; concurso para proyectos mucho menos importantes, como el Instituto del Mundo Arabe. Pero no lo hubo para la transformación del Louvre, uno de los puntos más sensibles del paisaje parisino. ¿Por qué? El asunto ha sido calificado como "la Sirma de lo arbitrario " por el ministro de la Cultura, Jack Lang. Como "el hecho principesco", como la manifestación última de poder real, por cientos de adversarios, tanto del proyecto como de Mitterrand.
El gobierno acusa el golpe, pero se mantiene en sus trece. Defensores tampoco faltan. El último responsable, el arquitecto chino-norteamericano I.M. Pei--quien llegó a París el 7 de febrero en plena polémica--fue entrevistado por Le Monde para que defendiera su idea: "Si todo el mundo está de acuerdo sobre la necesidad de mejorar elfuncionamiento del museo, de ayudar a los visitantes a elegir, de acortar las distancias, de crear un espacio compacto en lugar de un espacio incomprensible y demasiado largo, entonces yo tengo confianza.
Estoy completamente persuadido de que en ese caso, mi solución es la buena". En cuanto al concurso, Pei es enfático: "Desde hace muchos años yo no participo en ningún concurso. No tengo el tiempo. Cuando uno quiere construir para el futuro, no puede plegarse a los caprichos de la moda, que desafortunadamente dominan la elección de los jurados". -
M.C.R.-