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RICITOS DE ORO

La transacción más costosa en la historia del fútbol colombiano lleva a Carlos Valderrama a jugar en la liga francesa.

13 de junio de 1988

Por fin firmó el "Pibe" y con esa firma, es posible que haya anotado el mejor gol de su carrera.
Luego de varios meses de rumores, de secretas entrevistas de los directivos del Deportivo Cali con empresarios internacionales y de una campaña para promocionar al jugador samario, finalmente el pasado domingo, Carlos Valderrama pasó a ser jugador del club francés Montpellier. La escuadra francesa, que recientemente ascendió a la primera división del fútbol de su país y que actualmente ocupa el 5° lugar en la tabla de posiciones, debió cancelar al Deportivo Cali una suma cercana a los dos millones y medio de dólares--más de 600 millones de pesos--, para contar con los servicios del jugador por cuatro temporadas.

Valderrama, de 26 años, ha sido el jugador colombiano más cotizado en los últimos años. Su llegada al estrellato se produjo el año pasado, luego de una brillante actuación en la Copa América en Argentina, donde la Selección Colombia ocupó el tercer puesto y derrotó a la selección campeona del mundo, dirigida por Diego Maradona. A partir de ese momento las acciones del "Pibe" se valorizaron y algunos equipos colombianos llegaron a ofrecerle al Deportivo Cali cifras cercanas al millón de dólares para adquirir su pase. Sin embargo, antes de 1986 eran pocos los que creían que Valderrama pudiera llegar a jugar en Europa. La carrera de Valderrama no fue siempre tan claramente ascendente como en los tres últimos años. El "Pibe" se había iniciado en la ya famosa cancha del barrio Pescaíto, en Santa Marta, de donde salió para el Unión Magdalena. En ese equipo se hizo conocer y fue entonces cuando, aprovechando que el valor de sus derechos deportivos no era muy elevado, el club Los Millonarios lo compró para que hiciera parte de plantel titular. El paso de Carlos Valderrama por el equipo capitalino no fue muy afortunado. El cambio de ambiente, el clima áspero de la capital y la ausencia de familiares, hicieron que el volante no se acomodara en Bogotá. Además, el es quema de juego implantado por Jorge Luis Pinto, por ese entonces director técnico de Millonarios, no daba cabida para que el jugador pudiera desarrollar toda su capacidad creativa y por eso, fueron pocas las oportunidades en las que hizo parte de la línea titular. El técnico Pinto le sugirió a los directivos del club que enviaran al jugador a otro equipo, con el fin de que madurara y se valorizara. Pinto fue claro al recomendar que no se vendieran los derechos deportivos del jugador pues, aunque no se acomodaba a su esquema de juego, era un jugador con grandes capacidades técnicas. Pero, en una decisión desafortunada, de la que hoy más nunca se deben estar arrepintiendo, los directivos del cuadro bogotano vendieron al jugador al Deportivo Cali, por la irrisoria suma de 10 millones de pesos, 60 veces menos del valor de la transacción al Montpellier.

A partir de la temporada 86, Carlos Valderrama tomó la titularidad en su nuevo equipo y no se la dejó volver a quitar. Junto con Bernardo Redín formó una llave de oro en el Cali y en la Selección, que se distinguió por el juego limpio y espectacular a la vez que ofensivo y efectivo. A raiz de su destacada campaña, fue convocado a la Selección por el técnico Francisco Maturana para representar al país en la Copa América, donde se consagró.
Ahora, el "Pibe" es el segundo jugador en la historia del fútbol colombiano que va a jugar a Europa, después de Ernesto Díaz quien, gracias a la magnifica actuación que tuvo en la Copa América de 1975, fue contratado por el equipo belga Standard de Lieja, en donde no cumplió una campaña brillante.
En realidad, son pocos los futbolistas colombianos que han jugado en el exterior, especialmente en los últimos años. Fuera de los tiempos gloriosos del "Caimán" Sánchez en el San Lorenzo de Almagro en Argentina, de Gabriel Ochoa en el América de Rio de Janeiro y de Delio "Maravilla" Gamboa en el Oro de México, el jugador colombiano que más relieve ha alcanzado en equipos extranjeros es Antony de Avila, quien actualmente se encuentra jugando a préstamo en un equipo argentino que está a punto de descender a segunda división.

Por todo lo anterior, se insiste en que de la actuación del "Pibe" en Francia depende que otros clubes se interesen en contratar jugadores colombianos, lo que sacaria al fútbol colombiano del anonimato en que se encuentra actualmente a nivel europeo. Claro está que, gracias a lo hecho durante la Copa América 87, el Nápoles, sin que haya jugado un solo partido con el Montpellier este ofreciendo 5 millones de dólares por el "Gullit rubio", como se le conoce al "Pibe" en Francia. Sólo resta esperar la próxima gira de la Selección Nacional por Estados Unidos y Europa, que servirá de vitrina para el resto del plantel profesional, para saber si, de una vez por todas, Colombia comienza a exportar al viejo continente algo más que café, coca y uno que otro ciclista.

PIERNAS MILLONARIAS
Desde los tiempos de Pelé, qúe después del Mundial México-70 inició la era de las grandes transacciones en el futbol latinoamericano, las cifras que se pagan por parte de equipos europeas para conseguir el concurso de jugadores del Nuevo Mundo son cada vez más altas.

Luego de jugar su partido de despedida, en 1972, en el Estadio Maracaná de Rio de Janeiro, el astro brasileño no pudo resistirse a la oferta de 6 millones de dólares que le hizo el Cosmos de Nueva York. Por una suma similar otro brasileño, Zico, estrella del scratch y del Flamengo, dio el salto al fútbol italiano, que actualmente es el que más dinero mueve.

Más recientemente, al terminar el Mundial España-82, Diego Armando Maradona batió todos los récords cuando el club catalán Barcelona le pagó al Boca Juniors de Buenos Aires más de 7 millones de dólares por los servicios deportivos del "pelusa" Maradona volvió a marcar un hito en las transferencias cuando, después de un paso poco afortunado por el fútbol español, fue vendido en 10 millones de dólares al Nápoles de Italia. El año pasado, el delantero de la selección brasileña, Careca, llegó a acompañar a Maradona en el Nápoles por una suma que superó los 4 millones de dólares. Claro está que estas cifras, que actualmente son normales, al lado de los 50 mil dólares que recibió en 1976 el Santa Fe por el traspaso de Ernesto Díaz, son toda una locura. --