Home

Deportes

Artículo

CICLISMO

Video: El campesino que no se dejó alcanzar por Rigo en la carretera

El actual subcampeón del Tour de Francia llamó la atención sobre el talento que se puede encontrar en los campos colombianos. ¿Y si hubiera más apoyo?

22 de diciembre de 2017

Rigo Urán no es solamente uno de los deportistas más queridos de los colombianos, sino uno de los ciclistas más destacados del mundo. Y aunque lleva más de nueve años en Europa, su esencia paisa, esa que le corre por las venas, nunca se ha ido de su personalidad.

Le puede también interesar ver este video: La filosofía de la vida en 10 frases de Rigoberto Urán

Si hay alguien auténtico, ese es Rigoberto Urán. El pedalista está ahora en Colombia sumando kilómetros para lo que será su temporada 2018. La meta más clara de Rigo es el sueño amarillo, el anhelado Tour de Francia.

Y fue en medio del incansable entrenamiento que Rigo se encontró con un campesino que lo puso literalmente a “chupar rueda”. El ciclista grabó el momento en el que intentaba alcanzar a un joven que, maletín al hombro, se deslizaba como un bólido por una vía curveada.

“Tenemos es demasiado talento en este país, si apoyaran más no tendríamos 15, sino 200 ciclistas, deportistas profesionales que sacan la cara por este país. Mírele la cicla, marica”, dice Rigo, refiriéndose a que el campesino andaba en una bicicleta modesta. Y aun así, volaba.

El mismo Urán es un ciclista que viene de un entorno muy humilde. En Urrao, Antioquia, el ahora sub campeón del Tour se dedicaba a  vender chance. “Después de la muerte de su padre, el pequeño Rigoberto se hizo cargo de ayudarle a su madre, pero era muy mal vendedor de chance y nunca vendió un número ganador, no tenía la malicia del padre, que sabía combinar números, convencer al cliente de que el azar le podía caer encima con varios millones entre las manos”, se lee en un perfil de Rigo publicado por SEMANA en julio de este año. El papá de Rigo había sido asesinado.

Con una bicicleta pesada, como esa del joven campesino del video, fue con la que Rigo, adolescente, ganó su primera carrera. Un tío se la había regalado. Y ese fue el inicio de un proceso que ha dado los frutos más inesperados. Es por eso tal vez que Rigo sabe reconocer el talento en su propia tierra. Porque de allá salió, porque así se hizo, en medio de una precariedad que, al menos en Colombia, es el pan de cada día.