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EN LA OFICINA

Cómo hacer teletrabajo y no morir en el intento

La crisis del coronavirus ha llevado a muchas empresas a permitir que sus empleados trabajen desde sus casas. Esa experiencia deja algunas lecciones, como estas.

19 de marzo de 2020

Compañías como Amazon, Apple, Microsoft, Twitter o instituciones como el Banco Mundial están haciendo el mayor experimento de teletrabajo en el mundo al permitir que sus empleados funcionen desde la casa para no ir a la oficina. Todo esto para incentivar la distancia social que permita contener el nuevo coronavirus, que ha matado a miles de personas en el mundo. Según estudios, esta estrategia reduce la tasa de contagio en 40%.

Pero una cosa es hacer teletrabajo por una decisión pensada y otra muy diferente por un momento de crisis como el que el mundo vive hoy. Primero, no todos pueden hacerlo. Un número considerable de empleados necesita del contacto con los clientes, como los conductores, personal de restaurantes, vendedores y empleados en puntos de venta. Pero, además, aquellos que pueden hacerlo, como los empleados de las empresas tecnológicas, reportan que el trabajo en casa puede resultar una aventura muy solitaria. Aún así, algunos que han probado las mieles del teletrabajo sienten que este modelo podría revolucionar la manera como la gente hace sus labores profesionales.

Estos son algunos incovenientes y recomendaciones detectadas en países como China, donde muchos tuvieron que recurrir a este modo de laborar.

1. La tecnología ayuda… pero no es la panacea: en este experimento aplicaciones como DingTalk, Slack y Zoom permiten mantenerse en contacto mediante chat y teleconferencias. Eso sí, muchos deben entender la etiqueta de uso: ¿debo aparecer en pijama frente a las cámaras en una videoconferencia? ¿Puede Firulais estar conmigo mientras hablo?

2. Mantener la motivación: algunos se sienten aislados de sus colegas al quedarse en casa. Para evitarlo, los jefes pueden promover reuniones al inicio de semana, en sesiones de media hora en las que el mayor beneficio es que todos se vean las caras y recuerden que son un equipo.

3. La cohesión de grupo: en las empresas en que unos equipos se van y otros se quedan, los que trabajan lejos extrañan los recreos y visitas a colegas para hablar de asuntos banales. También extrañan la colaboración de colegas. Para evitar esto, dicen expertos, Slack permite enviar textos urgentes y mantener la sincronía.

4. La productividad: una preocupación es que muchos podrían “echarse con las petacas”. Pero experiencias anteriores muestran que quien trabaja en casa reporta más productividad pues su labor es fluida, sin interrupciones. Para lograrlo, sea disciplinado y estricto con los horarios.

5. Lo que nos perdemos. Muchos pierden algo de su vida personal por estar en una oficina: pasear el perro o compartir con los hijos. Por otro lado, es evidente la importancia de interactuar con los pares. Después de todo el ser humano es social por excelencia. Pero hay que verlo del lado amable: esto le ayudará a mejorar en el futuro el balance de trabajo casa.