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Alejandro Santo Domingo - Director de Quadrant Capital Advisors | Foto: Alejandro Acosta

CERVEZA

Los tres magnates detrás de la compra de SAB Miller

El fondo 3G no solo impulsa la megafusión entre AB InBev y SAB Miller, lo que disparará la fortuna de los Santo Domingo, sino que aspira a ser la mayor empresa de bebidas del mundo, comprando después a Coca-Cola o PepsiCo.

30 de septiembre de 2015

Plata llama plata y de eso no tienen duda tres de los brasileños más ricos de su país, y los billonarios número 26, 89 y 110 del mundo. Se trata, en su orden, de Jorge Paulo Lemann, Marcel Herrmann Telles y Carlos Alberto Sicupira, quienes en 2004 se unieron para crear el fondo 3G Capital, que recauda recursos de magnates similares a ellos y luego los invierte en comprar empresas globales.

Su plan consistía en replicar el modelo con el que convirtieron a una cervecera brasileña en la más grande del mundo. En 1989 el trío adquirió Brahma por US$50 millones, la cual diez años después compró a su rival Antarctica, para convertirse en AmBev. En 2004, y con la sombrilla de 3G Capital, se fusionaron con la belga Interbrew, dueña de las marcas Stella Artois y Beck’s, creando así a InBev. Cuatro años después, compraron la estadounidense Anheuser-Busch por U$$52.000 millones y como si esto fuera poco en 2012 invirtieron US$20.000 millones para quedarse con el control de la mexicana Grupo Modelo, dueña de la marca Corona.

Hoy, Anheuser-Busch Inbev tiene 25% del mercado mundial de cervezas, pero sus dueños siguen sedientos por más negocios. Desde el año pasado se rumoraba sobre su interés en comprar a la número dos del mercado, la angloafricana SABMiller, lo cual hacía subir las acciones de ambas compañías y las fortunas tanto de los tres brasileños de 3G, como de la familia Santo Domingo y de la estadounidense Altria, los accionistas individuales más grandes de SABMiller.

La segunda semana de septiembre el interés de la número uno se hizo oficial y los accionistas de SABMiller están considerando el negocio, que según los expertos tiene mucho sentido, pues por un lado AB InBev podría ganar participación en los mercados en que no es fuerte o simplemente no está (China, África, Perú y Colombia, entre otros) y compensar el crecimiento nulo del consumo de cerveza en mercados desarrollados como Estados Unidos y Alemania y, por el otro, SABMiller podría mejorar sus márgenes de rentabilidad, pues los directivos de 3G han demostrado ser buenos no solo para comprar, sino también para volver más eficientes y grandes a las empresas de su portafolio.

Los de la última palabra


Según las reglas británicas, en cuya bolsa está inscrita SABMiller, AB InBev deberá presentar una propuesta formal de compra a más tardar el 14 de octubre y la decisión final estará en manos de los Santo Domingo, que tienen dos puestos en la junta directiva de la empresa y 14% de las acciones, y de Altria, que tiene un poco más de 25%. Se calcula que el negocio sería por US$100.000 millones, lo que lo convertiría en una fusión histórica.

“Creo que el negocio se va a concretar pues para los Santo Domingo y para Altria tiene mucho sentido. Podrán lograr un precio mucho más alto por sus acciones del que tendrían si se mantienen como una empresa independiente”, le dijo a Dinero William C. Finnie, profesor de la escuela de negocios Olin en la Universidad de Washington en Saint Louis y quien entre 1965 y 1991 fue ejecutivo de Anheuser-Busch.

De hecho, el solo anuncio de la posible fusión subió la fortuna de la familia de origen colombiano que, según Bloomberg, al 24 de septiembre alcanzaba US$14.400 millones, US$310 millones más que en enero.

Una de las razones para prever que sí será posible crear a la reina mundial de las cerveceras, que venderá una de cada tres ‘polas’ que se consuman en los cinco continentes, se basa en la perseverancia de los brasileños de 3G para concretar sus planes de negocio, así como su cercanía con los Santo Domingo.

Lemann, Telles y Sicupira han sido protagonistas de fusiones y adquisiciones insignia
, mediante una alianza con el billonario Warren Buffett. Primero compraron Burger King y luego la fusionaron con la canadiense Tim Hortons, luego adquirieron Kraft Foods en 2013 y en marzo de este año la fusionaron con Heinz, creando la quinta mayor compañía de alimentos del mundo.

No se sabe si Buffett participará en la nueva conquista de lo brasileños, pero lo que sí se conoce es que ya han hecho negocios con los Santo Domingo. Según The Wall Street Journal, los herederos de Julio Mario Santo Domingo han invertido en los fondos de 3G. Además, a través de Quadrant Capital Advisors, vehículo de inversión de la familia, acaban de entrar al negocio de alimentos. Se asociaron con JAB Holding Company y BDT Capital para crear Jacobs Douwe Egberts, la segunda mayor productora de café molido y tostado del mundo, después de Nestlé.

Se prevé que la fusión entre AB Inbev y SABMiller pase por un fuerte escrutinio de las autoridades antimonopolio y que probablemente deban desinvertir en varias de sus filiales, pero también se cree que una vez digerido este negocio –lo que podría tomar unos cinco años–, el siguiente paso de los brasileños de 3G y de sus futuros socios, los Santo Domingo, sería ir por un negocio mucho mayor. Eventualmente comprarían Coca-Cola Co. o PepsiCo, según medios especializados.

Con su actual capitalización bursátil (US$173.000 millones), para AB InBev sería difícil absorber a Coca-Cola, cuyo valor en bolsa es de US$171.000 millones, pero fusionada con SABMiller sumarían una capitalización de US$275.000 millones, lo que facilitaría la compra. Otra opción sería que la nueva gigante cervecera podría comprar el negocio de bebidas de Pepsi, y Kraft-Heinz (también de 3G), adquiriría el negocio de pasabocas de Frito-Lay.

Finnie considera más probable el negocio con Pepsi que con Coca-Cola, pero de todas maneras dice que la agresividad de los brasileños para comprar grandes empresas hace que ambas posibilidades sean factibles.

Si estos negocios se materializan tal como lo prevén los analistas, no sería extraño ver en unos años a estos inversionistas no solo brindado con cerveza, sino también con una de las famosas colas.