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Además de Campo Rubiales, también revertió a Ecopetrol Cusiana.

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Los retos para Ecopetrol tras recibir campo Rubiales

Ecopetrol acaba de entrar a operar directamente el campo Rubiales, tras la finalización del contrato de asociación con Pacific, y también el de Cusiana. El control llega en un momento de decisiones clave.

7 de julio de 2016

En menos de un mes, Ecopetrol protagonizó varias movidas fundamentales para consolidar la producción y hacer más eficiente su operación, en una de las coyunturas más complejas del sector, tras el derrumbe de los precios que la llevaron a registrar pérdidas históricas por más de $3,9 billones el año pasado.

El primero de julio Campo Rubiales revirtió a Ecopetrol, con una producción que equivale a 15% del total del país y unos ingresos por venta de petróleo estimados en $2,9 billones, según el Ministerio de Minas y Energía. Este es uno de los activos más importantes en materia petrolera, con unas reservas estimadas en 4.800 millones de barriles –no todos extraíbles–.

En la noche del 4 de julio, el campo Cusiana –con grandes reservas de gas– también volvió a Ecopetrol, aunque ya la operación estaba en cabeza de Equión, una filial de la estatal petrolera.

Mientras se hacían los preparativos para recibir estos activos, unos días antes Ecopetrol anunció la Ronda Campos 2016, un proceso que pone en venta 20 pozos localizados en las regiones del Catatumbo, el Valle Medio y Superior del Magdalena, Llanos y Putumayo, cuya producción no es eficiente para la empresa.

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¿Qué relación tienen estos procesos y qué representan en la estrategia de la compañía? Para nadie es un secreto que Ecopetrol –al igual que todas las petroleras en el mundo– pasa por una época de vacas flacas, durante la cual tendrá que ajustarse para ser más eficiente y capitalizar un eventual aumento de los precios del crudo.

El caso Rubiales

Aunque el país celebró el retorno de activos petroleros a Ecopetrol, hay quienes creen que no todo será ríos de leche y miel. Daniel Guardiola, head de research de acciones de Larraín Vial, asegura que Rubiales es un campo costoso de operar, pues es necesario perforar centenares de pozos, con costos superiores a los US$2 millones por cada uno. Además, por ser crudo pesado se requieren diluyentes, y en el mercado este tipo de crudos se vende unos US$10 por debajo de la referencia Brent.

Para Guardiola hay un tema adicional: el campo está en declinación y una de las barreras de producción es el agua, ya que que se requiere una gran cantidad de agua para poder sacar petróleo. “Es un campo que está declinando en los últimos dos años y va a seguir haciéndolo a no ser que Ecopetrol tenga un plan de inversión muy agresivo”, agrega.

La pregunta es hasta qué nivel de precio del crudo Rubiales es rentable para la compañía estatal y le puede permitir a la petrolera hacer inversiones. La empresa no revela esos cálculos, pero algunos analistas creen que esa cifra puede estar entre US$30 y US$40, aunque para otros está un poco por encima.

En 2013 Rubiales alcanzó niveles de producción superiores a los 210.000 barriles diarios, pero hoy se ubica en 135.000 barriles. Pacific, que lo operaba hasta junio, suspendió las inversiones a partir del tercer trimestre del año pasado por dos razones básicas: una, la caída del precio del crudo, que llevó a las petroleras a aplazar inversiones y, la segunda, el tiempo no alcanzaba para recuperar las inversiones.

Los campos de Rubiales, junto a Castilla y Chichineme –todos ubicados en el Meta– son joyas de la corona en materia de producción para Ecopetrol. Castilla hace unos 120.000 barriles, Chichineme 80.000 adicionales más los 135.000 de Rubiales. Esta es la mitad de la producción de Ecopetrol y representa 35% de la producción del país.

¿Cuáles son las apuestas de Ecopetrol con Rubiales? Según cálculos de la compañía, es un campo al que se le ha sacado poco, pues los cálculos indican que tiene 4.800 millones de barriles de petróleo y de esos se ha recuperado menos de 10%. De ahí los anuncios de la empresa de realizar en los próximos cinco años la perforación de 1.000 pozos.

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El gran reto es reducir costos, especialmente de dilución, y mantener la producción con mayor perforación. Pero además de esto, ¿podrá aumentar la producción? Según fuentes de la empresa, el compromiso es frenar la caída de la producción; es decir, no volver a niveles superiores de 200.000 barriles sino mantener la producción actual de 135.000. Un eventual aumento dependerá del comportamiento del precio internacional del crudo.

Una de las ventajas de Ecopetrol es la integración y la cercanía de los campos de Rubiales con Castilla y Chichineme. Entre las estrategias en materia de reducción de costos está la perforación. De acuerdo con la empresa, los taladros de Castilla y Chichineme pasan con los mismos contratos a perforar en Rubiales a partir de septiembre, y eso hace que los pozos en que antes se pudieran estar perforando entre US$2,5 millones y US$3 millones hoy se puedan perforar a menos de US$1 millón, gracias a procesos de renegociación.

¿Beneficio del cese al fuego?

Con pocos días de diferencia, el anuncio del cese al fuego dentro del proceso de negociación de paz del Gobierno con las Farc coincidió con la notificación de Ecopetrol de una estrategia en la que venía trabajando desde hace meses: la venta de 20 pozos que operan en regiones apartadas y que hoy producen unos 10.000 barriles, un poco más de 1% de la producción de la petrolera.

La empresa ha anunciado que va a concentrarse en activos grandes y que saldrá de pozos de menor tamaño que pueden ser interesantes para otras compañías que, por esta vía, aumentan la producción. Esta estrategia es diferente a otras que ha usado con empresas como Oxy o Parex, en las que entran a compartir los riesgos en un pozo para aumentar las eficiencias y producción. Acá es venta de pozos. El 30 de septiembre se hará la subasta electrónica y, según Ecopetrol, más de 130 empresas han mostrado interés.

Se trata de empresas medianas o junior, en su mayoría, para las que producciones de 1.000 o 2.000 barriles resulta interesante. Algunas de ellas están en regiones donde el conflicto es protagonista, como Putumayo o Catatumbo, por lo que se espera que el anuncio del cese al fuego facilite algunas de estas operaciones.

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El proceso abre un debate, porque para muchos, como el sindicato de la empresa, se está entregando un recurso estratégico, aunque son campos que producen poco y la mayoría son de contratos anteriores a la entrada en operación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Ecopetrol tiene un precio mínimo –que no hace público– y si hay ofertas por encima de él, quien gane individualmente o en una puja se los lleva.

80% de la producción de Ecopetrol depende de unos 17 campos y su idea es concentrarse en ellos. Esta es la primera ronda de venta de pozos y, aunque por ahora no vienen más, la estrategia en el futuro podría tener otras versiones. Dentro de los candidatos para quedarse con parte de estos pozos empiezan a aparecer nombres como Parex –que ya es aliado de Ecopetrol– y Gran Tierra Energy, que acaba de adquirir Petrolatina y dentro de sus planes está la compra de reservas probadas en zonas como el Magdalena Medio y Putumayo.

Como explica un analista, esto representa la rotación del portafolio y se une con la venta de activos no estratégicos, como las participaciones en EEB, ISA e Invercolsa, o en negocios en los cuales no van a focalizarse, como Propilco, para disminuir las necesidades de deuda, fortalecer la caja y mantener el grado de inversión.

Como en un juego de ajedrez, Ecopetrol viene ajustando sus jugadas para enfrentar una de las crisis más profundas. Su reto es ganar la partida.

Manteniendo el grado

S&P mantuvo el grado de inversión de Ecopetrol.

S&P Global Ratings confirmó su calificación de riesgo crediticio de largo plazo de ‘BBB’ de Ecopetrol S.A., y la perspectiva de la calificación se mantiene negativa. Aunque reconoce que la petrolera ha logrado mayores eficiencias operativas que las que pronosticó la calificadora, debido a su plan de austeridad, reducción de costos y su enfoque en barriles rentables –acciones que representaron como resultado márgenes de Ebitda por encima de 35%–, advierte que los indicadores crediticios de Ecopetrol, “incluyendo deuda a Ebitda, flujo de efectivo operativo libre y flujo discrecional de efectivo, se mantendrán débiles en 2016”.S&P agrega en su informe que continúa evaluando “como muy elevada la probabilidad de apoyo extraordinario del Gobierno suficiente y oportuno en caso de que la compañía afronte dificultades financieras”.