Home

Empresas

Artículo

ESPECIAL PYMES

Andamios Cimbra, una empresa familiar que se transformó en la pandemia

Andamios Cimbra es una empresa familiar que con la pandemia se vio obligada a reinventarse. Esta es su historia.

30 de noviembre de 2020

Hace 13 años, Jorge Osorio demostró que se puede crear empresa a cualquier edad y que las mujeres también se destacan en el sector de la ingeniería.

Tras pensionarse, luego de trabajar en una empresa de alquiler de equipos para construcción, Osorio vio una oportunidad de negocios en los andamios certificados, que iban a volverse una obligación en diferentes sectores.

Invitó a su hija Carolina Osorio para que juntos crearan Andamios Cimbra. Graduada en economía, en ese momento ella trabajaba en una consultora internacional, en donde era experta en fusiones de bancos. Pero confió en la idea de su padre y, sin saber nada de andamios, se lanzó a hacer empresa.

Lo primero que hicieron fue fabricar andamios para vendérselos a contratistas petroleros, que exigían los estándares más altos en seguridad. Sus andamios no eran las tablas suspendidas y atadas por dos cuerdas que se ven en muchas construcciones, sino estructuras que se arman como fichas de Lego. Eso les da mucha más seguridad.

El siguiente paso consistió en acreditarse en la asociación de andamiaje de Estados Unidos. Así aprendieron las prácticas más seguras en el montaje y uso de los andamios. Esto llevó a que algunos de sus clientes, además de comprarles los andamios, les pidieran que se los instalaran. 

Lea también: Así es emprender desde las regiones

Poco a poco se concentraron más en instalar que en fabricar andamios, pues sus clientes en muchos casos prefieren alquilar en vez de comprar. “La forma como se desarrolló el negocio nos llevó a movernos hacia proyectos de ingeniería”, comenta Carolina, quien ahora está al frente de la empresa y además es una experta armando y desarmando andamios.

Tienen 45 empleados y la pandemia los obligó a parar tres meses, en los que siguieron manteniendo la nómina, pues la carrera de andamiero no es fácil y una de sus grandes apuestas es la capacitación de personal.

Afortunadamente, el sector de ingeniería se reactivó pronto y, entendiendo que sus clientes también tenían dificultades, crearon un modelo de llevar y montar los andamios, que solo cobran desde el momento en que los empiezan a usar. “Eso les ha gustado a los clientes y nos ha servido para apuntarles a proyectos de ingeniería cada vez más grandes, como la ampliación y optimización de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, PTAR Salitre, así como las grandes paradas de planta”, dice Carolina.

Agrega que ya pudieron recuperar 70% del tiempo que pararon y van a terminar 2020 con ingresos similares al año pasado.