Hotelería en España prevé que su facturación caerá más del 50% en 2020

La Asociación de Hostelería de España es la organización empresarial que representa a más de 300.000 empresas relacionadas con el sector de hostelería, restaurantes y bares, uno de los que más aporta a la economía española anualmente.

José Luis Yzuel, presidente de organización, aseguró a Dinero que proyectan que la facturación del sector se reducirá más del 50% al cierre del año, en comparación con las cifras registradas en años anteriores.

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Dinero: ¿Cómo fueron esos primeros meses del año para la hotelería, los restaurantes y los bares cuando las medidas restrictivas derivadas de la pandemia fueron más fuertes?

Jose Luis Yzuel: Lamentablemente fue como un shock cuando nos mandaron a cerrar, porque pensábamos que iba a ser solo por 15 días y terminó siendo hasta de tres meses. Fue como una película de terror.

Una vez pasado ese primer impacto, surgieron unas primeras ayudas y medidas desde el punto de vista de financiación a través de préstamos que, aunque no dejan de ser endeudamiento para las empresas, permitió que muchas de ellas soportaran ese primer impacto.

El 20% de los establecimientos no lograron reabrir; la verdad fue un impacto importante porque nunca alguien hubiera pensado que tendría que cerrar y que ello tardaría tres meses.

D: ¿Qué tanto logró el sector mitigar ese impacto a partir de la etapa de reactivación económica y reapertura de este tipo de espacios?

JLY: La desescalada comenzó más o menos en mayo y se fue prolongando en junio y julio en distintas actividades. Inicialmente hubo una muy buena respuesta del público, fundamentalmente en las terrazas al aire libre.

Pero no en todos los territorios relacionados con el turismo fue igual, porque en algunos fue un verano muy malo. Es verdad que en los establecimientos de interiores hubo menos movilidad de gente, pues especialmente funcionaron los que tenían espacios de terrazas al aire libre.

Por eso hay que legislar y ayudar a que las empresas con espacios y actividades al aire libre puedan ejercer ese negocio que tiene muy buena generación de confianza en los clientes.

El turismo en España tiene un peso muy importante, recordemos que recibimos 83 millones de turistas en el año 2019 y este año las cifras van a ser probablemente de un 25%. Las zonas turísticas sufrieron mucho, además porque en el verano hubo rebrotes en determinados territorios.

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D: ¿Qué tan preparado estaba el sector desde el punto de vista tecnológico? Por ejemplo con herramientas digitales para hacer reservas, consultar el menú, realizar los pagos, etc.

JLY: Aquí curiosamente la implantación de códigos QR y demás tecnologías fue masiva e inmediata. Creo que ha faltado más implantación tecnológica a nivel de Estado, porque se han tomado muchas medidas pero más bien medievales en términos de confinamiento y poca tecnología para radares, localizaciones precisas y rastreos eficientes. 

Nosotros creamos un sello de ‘hostelería segura‘, ‘restaurante seguro‘ y ‘bar seguro‘ que pactamos con las autoridades sanitarias y el Estado. Eso fue de inmediata aplicación y creo que la hostelería ha realizado sus deberes con tiempo para garantizar la seguridad de los clientes.

Lo que sí ha faltado son más medidas a nivel de Estado, porque se tenían que haber aplicado medidas de rastreo mucho más eficientes y más tecnológicas.

D: Teniendo en cuenta que se aproxima la temporada navideña y de fin de año, ¿cómo proyectan que será el cierre del 2020? 

JLY: Lamentablemente vamos a vivir la peor Navidad de la historia y calculamos que va a tener un coste real cercano a los 6.000 millones de euros, porque la hostelería de España factura normalmente durante este mes alrededor de 11.000 millones de euros y este año tendrá un descenso superior al 50%.

Las limitaciones implicarán establecimientos cerrados, limite de aforos, menos número de comensales por mesa, entre otras. Eso impide que las empresas, colectivos, grupos de amigos y de trabajo celebren igual las navidades.

Es una situación muy delicada, con muchas limitaciones. Las comunidades autónomas están, cada una, legislando determinados horarios de confinamiento y cierre, lo que impedirá que escasamente lleguemos a los 5.000 millones de euros, que no es ni el 50% de lo esperado.

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D: Desde el punto de vista del empleo, ¿cuál es el panorama del sector, qué tantos empleos se han perdido y cuántos se han podido recuperar?

JLY: Lamentablemente todas las cifras son muy complicadas. En términos de empleos calculamos que toda la cadena de valor del sector está muy afectada y calculamos que habrá una pérdida cercana a 1,1 millones de empleos tanto en la hostelería como en toda la cadena de valor.

Calculamos también que habrá 100.000 establecimientos en España, de los 315.000 que son el parque de la hostelería, los que habrán cerrado al final de la pandemia de la covid-19.

D: En un eventual escenario de pospandemia, ¿qué tanto creen que tardarán en recuperar cifras como las del 2019?

JLY: El horizonte va a ser lento, porque habrá una rotura grande de tejido empresarial que va a tardar varios años en normalizarse.

Recuperar las cifras de empleo, consumo y establecimientos es posible que tardemos varios años, no menos de dos o tres años. Antes del 2023 probablemente no nos pareceremos a lo que hemos sido.

Hoy estamos pendientes de concretar ayudas que hemos reclamado insistentemente como muchos otros países de Europa. Las ayudas tienen que llegar directamente a las empresas y así habrá una menor destrucción de empleo, pero si no llegan, la destrucción sería tremenda.  

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D: ¿Cuáles son las principales medidas que ha pedido el sector para mitigar la crisis?

JLY: Hemos pedido ayudas en todos los vectores, por ejemplo, en la fiscalidad. Hemos visto que 14 países de Europa han bajado el impuesto del IVA y esas son medidas que ayudan directamente a las empresas.

Hemos pedido también más ayudas en el tema de la financiación, porque aunque se han generado algunas, no dejan de ser medidas que endeudan a las empresas. El resumen es que hoy necesitamos ayudas directas de inyección económica a las empresas relacionadas con su volumen de trabajo y con su cifra de negocios, como ha hecho Alemania, Francia o Italia.

D: Finalmente, aunque la coyuntura era totalmente inesperada, ¿qué lecciones han identificado en el transcurso del año?

JLY: Siempre detrás de una crisis hay oportunidades, sin ninguna duda. En otras culturas la crisis significa oportunidad de crecimiento y bonificación.

Confío en que los que han sido capaces de soportar, van a salir más reforzados. Han llegado muchas cosas para quedarse, por ejemplo ha llegado la hora de la sostenibilidad, la digitalización y la hora de relacionarnos con los clientes con mayor conocimiento y dinamismo.