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Getty Images | Foto: Banco getty

CIBERCRIMEN

¿Cómo combate la banca el cibercrimen y el fraude electrónico?

Con las nuevas tecnologías, los bancos del país han invertido millones de dólares en avanzados mecanismos de seguridad para todas las plataformas por medio de las que acceden sus consumidores y así disminuir los riesgos de robo y fraude electrónicos.

6 de noviembre de 2016

Sólo en 2015, el sistema financiero registró pérdidas por $225.000 millones por robos y fraudes electrónicos. Sin embargo, la cifra podría ser superior si todos los usuarios de servicios de este sector que han sido víctimas de alguna de estas conductas ilegales, las denunciara.

Con la llegada de las nuevas tecnologías, la banca nacional no solo ha tenido que adaptarse a las necesidades y exigencias de sus consumidores, sino también a los avances que permiten una ampliación de ofertas y cobertura global. También ha tenido que desarrollar sistemas más robustos de protección de información para asegurar todo tipo de transacciones.

Gina Pardo, directora de Gestión Operativa y Seguridad de Asobancaria, explica que el sector financiero invierte millones de dólares en sistemas de identificación de direcciones ip desde las que se ejecutan acciones sospechosas como la copia de páginas oficiales de los bancos y vínculos que solicitan información a sus usuarios, entre otras estrategias de seguridad.

Sin embargo, de acuerdo con Pardo, aún falta mucho por avanzar en la educación de los usuarios que siguen cayendo en trampas como correos que les aseguran que ganaron altas sumas de dinero en sorteos o herencias en otros países y que les solicitan información que luego utilizan los ladrones para ingresar a sus cuentas y robar su dinero.

Estudios de comportamiento de los consumidores demuestran que, en su mayoría, los clientes virtuales del sistema financiero ingresan desde computadores de escritorio o portátiles en la mañana, hacia el mediodía y la tarde lo hacen desde sus celulares y en las noches, cuando ya han llegado a sus casas, acceden mediante tabletas. Esta variación ha obligado a desarrollar mecanismos cada vez más fuertes para proteger los datos de los colombianos en cada plataforma digital.

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