| Foto: Daniel Reina

ENTREVISTA

“La cura del cáncer es la prevención”

El ministro de salud, Alejandro Gaviria, quiere vacunar a 3,5 millones de niñas contra el virus del papiloma humano. La campaña busca reducir el cáncer de cuello uterino en Colombia.

26 de enero de 2013

SEMANA: ¿Qué es el papiloma humano?

Alejandro Gaviria: Es un virus muy común, factor principal y necesario del cáncer de cuello uterino. Uno de cada cinco casos de cáncer en mujeres surge del papiloma. Además, afecta más a la población más pobre. 

SEMANA: ¿La vacuna  impide que se desarrolle?

A.G.: Para el cáncer hay cura y esta consiste en la prevención. Aplicada antes del contacto con el papiloma, la vacuna tiene una efectividad del 99 por ciento. La idea es reducir ese y otros tipos de cáncer como el anal, genital, oral y faríngeo.

SEMANA: ¿Quién será vacunado?

A.G.: Las niñas antes que comiencen su actividad sexual a partir de los 9 años. Para garantizar que recibirán las dos o tres dosis necesarias, llevaremos un control por nombres en las escuelas públicas y privadas. Esto le cuesta 160.000 millones de pesos al Estado. Sería difícil encontrar una inversión más rentable.

SEMANA: ¿No es muy temprano vacunar a niñas de 9 años?

A.G.: Es importante aclararles esto a las mamás. Esta es una decisión médica. Algunos estudios indican que esa edad es ideal para la prevención porque el virus aún no ha aparecido.

SEMANA: ¿Por qué no se vacuna también a los niños, que son los futuros portadores?

A.G.: No es un costo efectivo. La disminución de los casos de cáncer que produciría vacunar a niños no justifica hacerlo. Además está demostrado que cuando se ha vacunado al 80 por ciento de las mujeres la vacuna en los hombres es innecesaria.

SEMANA: ¿Se ha llevado a cabo en otros países?

A.G.: Colombia hace parte de un grupo reducido de naciones pioneras: México, Chile, Canadá y Suiza.

SEMANA: En Chile una iniciativa similar de vacunación generó debates morales…

A.G.: En Colombia la sociedad ha mostrado madurez. Hay preocupaciones, pero nadie, ni siquiera la Iglesia, ha comenzado debates de ese tipo. En algunos temas somos menos conservadores de lo que parece.

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