“Soy un revolucionario del siglo XXI”

SEMANA: ¿Cómo le parece reemplazar a alguien tan reconocido como Antonio Navarro Wolff?

GUILLERMO ASPRILLA: Es un gran honor y un reto estar a la altura de un gran estadista como Antonio Navarro. Y lo digo con plena conciencia del significado del término ‘estadista’, que no se le aplica a cualquiera.

SEMANA: ¿Hace cuánto conoce a Gustavo Petro?

G.A.: Desde 1991.

SEMANA: ¿Cómo empezó su amistad?

G.A.: Como miembros de la Alianza Democrática M-19.

SEMANA: ¿Son tan cercanos como dicen?

G.A.: En términos políticos sí, hemos tenido coincidencias y hemos librado muchas batallas.

SEMANA: ¿Usted cuándo entró a la guerrilla del M-19?

G.A.: En 1979.

SEMANA: ¿Cuáles eran sus tareas?

G.A.: Fui militante de base siempre en la ciudad, nunca estuve en el campo. Estuve dedicado al trabajo político.

SEMANA: ¿Cómo recuerda esa guerrilla?

G.A.: El M-19 tuvo la virtud de haber cambiado la historia de Colombia. Hoy tenemos un país viable y eso se debe en gran parte al camino que abrió el ‘Eme’ para construir una nueva Constitución política.

SEMANA: ¿Siente nostalgia?

G.A.: No, más bien orgullo de lo que representamos.

SEMANA: Primero el M-19, luego la Constituyente, después la AD-M19, el Polo Democrático y ahora Progresistas. ¿Quién es usted después de esa evolución política?

G.A.: Un revolucionario del siglo XXI, demócrata y pacifista a ultranza.

SEMANA: Una meta como secretario de Gobierno es sacar adelante el Plan de Desarrollo. ¿Cómo piensa hacerlo con un Concejo tan rebelde?

G.A.: Nos toca hacer todos los esfuerzos posibles para encontrar un punto de acuerdo sin que signifique hacer pactos impresentables ante la ciudadanía y sin que el Concejo renuncie a su capacidad de control.

SEMANA: ¿Por qué cree que los concejales están tan rebeldes?

G.A.: Porque el proyecto político que representa Petro afecta muchísimos intereses y estructuras de personas que han hecho del usufructo del Estado parte de su crecimiento patrimonial. Otros se rebelan por convicciones políticas y tienen el pleno derecho de hacerlo.

SEMANA: ¿Es más terco que conciliador?

G.A.: Me pone en un dilema muy difícil. Pero puedo decirle con plena certeza que tengo una experiencia muy larga en solución de conflictos políticos y, en todos los ámbitos en los que me he desarrollado, es lo que me ha tocado hacer. Claro que eso no significa que no tenga carácter para defender mis posiciones.

SEMANA: ¿La izquierda tiene futuro?

G.A.: Sí. Creo que el papel histórico de la izquierda está vigente.