Industria funeraria: los réditos del trabajo en equipo

A mediados de marzo, cuando la Organización Mundial de la Salud declaró como pandemia la expansión del nuevo coronavirus, la mayoría de los países se encontraron en emergencia sanitaria, entre estos Colombia, que, además, decretó una cuarentena obligatoria para toda la ciudadanía.

A partir de ese momento, uno de los sectores que asumió el reto de ser escudo para proteger a los ciudadanos de una mayor expansión del virus fue el de servicios funerarios y parques cementerios. Debió adoptar estrictos protocolos de bioseguridad con el fin de atender, con celeridad y responsabilidad, la demanda de atención de personas fallecidas, en una coyuntura que, según cifras del Ministerio de Salud y Protección Social, ha dejado más de 28.000 muertos en el país. 

En palabras de Manuel Vergara, gerente de Operaciones de la compañía exequial Prever, por la emergencia el sector funerario se organizó como un solo equipo, a través de mesas de trabajo, con los Gobiernos locales y nacionales. Así adoptaron, muy rápidamente, las medidas necesarias para que sus servicios no se detuvieran ni colapsaran. “Fue un trabajo en conjunto, que se logró gracias al compromiso de todos los empresarios de la industria”, señala. 

De acuerdo con cifras de Fenalco, hasta 2015 el sector de servicios funerarios lo constituían 2.155 empresas, entre pequeñas, medianas y grandes, distribuidas en cinco líneas de negocio: previsión exequial, funerarias, cementerios, crematorios y atención para mascotas.

Es una industria que genera alrededor de 9.477 empleos directos, pero estimaciones de representantes del ramo señalan que su cadena productiva, que involucra personal asociado a transporte, mercadeo, floristería, venta de seguros, call centers, parqueaderos y alimentos, entre otros, ofrece hasta 150.000 empleos indirectos.

El sector de servicios funerarios atiende al año un promedio de 228.000 muertes

Los datos más recientes apuntan a que el sector vendió 970.000 millones de pesos en 2018, de los cuales el 41,3 por ciento pertenece a servicios de previsión; 23,3 por ciento, a cementerios; 21,4 por ciento, al segmento cooperativo; 9,2 por ciento, al funerario; y 4,5 y 0,3 por ciento, a las aseguradoras y las asociaciones mutuales, respectivamente.

Para 2018, su aporte al producto interno bruto de Colombia fue cercano al 0,10 por ciento. Pero, este año, la pandemia los golpeó por dos razones principalmente: las medidas de restricción de aperturas y aforos de sus instalaciones, y el alza en los costos de su operación –debido al cambio del protocolo de bioseguridad para el uso y desecho de los elementos de trabajo–.

Gracias a medidas rápidas y a la organización de todas las empresas se pudo cumplir con las exigencias actuales.

En todo caso, y para hacerle frente a la emergencia, esta industria puso a disposición toda su capacidad e infraestructura. De acuerdo con datos de la Encuesta Remanso 2019, consta de 1.937 cementerios, 1.561 funerarias y 1.368 salas de velación. Según señala Luz Marina Chartuni, directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de Parques Cementerios (Asocolparques), los servicios se han prestado sin pausa durante toda la pandemia. 

El esfuerzo continúa

Los directivos del sector coinciden en que, aunque se vieron afectados, no estiman que haya quiebras de empresas –ya sean grandes o familiares– o una posible recesión en el negocio. 

Tampoco vislumbran una gran afectación en el empleo, debido a que, por disposición del Gobierno, sus actividades fueron declaradas como esenciales dentro de la contingencia.

Sin embargo, son conscientes de que las compañías deben seguir preparándose frente a los nuevos picos de la pandemia y al incremento en el número de fallecimientos por covid-19 u otro tipo de enfermedades, situación que puede cargar a la industria con mayores obligaciones.

Vergara prevé una recuperación lenta pero consistente del sector de servicios funerarios en los años siguientes, al tiempo que destaca que los hogares muestran un mayor interés por planear sus gastos, incluidos los servicios exequiales, tomando como enseñanza lo sucedido en 2020 con la pandemia y la llamada nueva normalidad.

De acuerdo con el directivo de Prever, el mercado presenta una oferta de planes innovadores, enfocados en la cultura de la previsión, que permite que cada quien seleccione, con tranquilidad, los productos y servicios que más le favorezcan, analizando costos, definiendo plazos y formas de pago. 

“Más allá de promover diferentes alternativas, el reto es lograr que toda la población pueda acceder a servicios con calidad, oportunidad y a precios razonables”, concluye Vergara.

Papel de la formación 

Chartuni reveló que el sector funerario no solo trabaja en su círculo de acción y de negocio, sino que busca aportar en temas como medioambiente y educación a población joven.

Asocolparques mantiene alianzas con el Sena, en una mesa sectorial de servicios funerarios, con el objetivo de certificar las funciones misionales del negocio en todo el país. La agremiación, además, elabora una cartilla académica para que los niños colombianos aprendan de qué manera los parques cementerios ayudan al medioambiente.

En otra de las iniciativas para fomentar la especialización de los trabajadores del sector funerario, Asocolparques firmó un acuerdo con la Universidad EAN cuyo fin es dictar diplomados en diversas áreas del negocio, pensando en tener mejores miembros en esa industria.