Especiales Semana

FERNANDO BOTERO

ARTISTA

11 de enero de 1999

¿Por qué fue seleccionado como personaje del año?
Bastó una decisión y una semana de visita al país después de cuatro años de ausencia para que Fernando Botero suscitara la noticia más importante de los últimos años en el terreno artístico colombiano: la donación de la totalidad de su colección privada de arte contemporáneo a Bogotá, representada en 61 cuadros y esculturas de los más renombrados artistas internacionales del siglo XX. El regalo, avaluado en 60 millones de dólares y unido al de cerca de 100 trabajos de Botero, entre dibujo, pintura y escultura, ofrendados a Medellín, constituye sin duda una extraordinaria muestra de generosidad en un país donde las grandes donaciones son prácticamente inexistentes.
¿Qué le espera el próximo año?
La colección de arte internacional llegará al país a comienzos de 2000. Así que el propio Botero se ha puesto la meta de comprar todas las obras posibles durante el próximo año con el fin de aumentar la donación. Mientras tanto su compromiso más relevante de 1999 será su exposición de 30 esculturas en la que es considerada como el recinto sagrado del arte mundial: Florencia. Sus anteriores y similares exposiciones en París, Nueva York, Washington y Madrid podrían ser apenas una anécdota en relación con las dimensiones históricas y artísticas que implica tener un sitial de honor en las calles de la portentosa ciudad italiana. No es exagerado decir que se trata de la exposición más importante de su vida.


El momento más bajo durante 1998
Ninguno.


Puntos a favor
.A pesar de ser un cosmopolita no ha abandonado su acento paisa
· Es muy respetuoso de las opiniones ajenas
· Es un hombre celoso con su obra y su trabajo
· Posee una constancia a toda prueba
.Es De una generosidad incomparable Puntos en contra
·Tiene fama de ser soberbio y rencoroso


Lo que pocos saben
Quienes lo conocen afirman que es un conquistador, aunque en realidad se trate de un don natural para encantar a las mujeres. Anda tan encima de su trabajo que no admitió un curador para su colección particular y decidió organizarla él mismo en las salas que la Biblioteca Luis-Angel Arango tiene dispuestas para ella.