Especiales Semana

Las cuentas claras

La Contraloría General de la República espera dar con la tecnología un duro golpe a la corrupción.

3 de septiembre de 2001

Las nuevas tecnologías podrían cambiar sensiblemente el mapa de la corrupción en Colombia. A partir de enero próximo la Contraloría General de República pondrá en línea el Sistema de Información para la Vigilancia de la Contratación Estatal, conocido como Sice, que contribuirá a garantizar la transparencia en las compras públicas.

El Estado compra anualmente 26 billones de pesos en bienes y servicios y el 80 por ciento se hace por contratación directa. Un botín servido para los corruptos. De hecho, menos del 4 por ciento de los establecimientos comerciales registrados en el país concentran ese 80 por ciento de contratos directos, lo que equivale a decir que 22 billones de pesos anuales van a parar a las manos de una minoría de proveedores. Según una investigación del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario el 67 por ciento de los contratistas colombianos confirma haber pagado sobornos. Para los organismos de control, vigilar la idoneidad de estos procesos resultaba hasta ahora casi imposible, considerando que Ecopetrol hace 17.000 contratos y las Fuerzas Armadas 40.000 al año, para citar sólo un par de ejemplos. El monitoreo manual de cada compra está por fuera de cualquier posibilidad.

Con la llegada del Sice las cosas empiezan a cambiar. El sistema compara los precios del mercado con los de los contratos públicos y si encuentra una distorsión dispara una alarma para que la Contraloría entre a investigar. Será difícil la popular sobrefacturación, que ha permitido a muchos proveedores privados cobrarle al Estado por encima de lo que se hace comúnmente en el mercado. El sistema también permite saber quiénes son los contratistas en cada caso y puede saberse cuántos contratos con el Estado tiene un proveedor. A partir de enero, quien desee ofrecer servicios y bienes a una entidad pública, tendrá que registrarse en el portal de Internet www.sice-cgr.com, hacer públicos sus precios y tarifas oficiales y competir limpiamente.

Un proveedor localizado en cualquier lugar del país podrá participar en licitaciones en otras ciudades, descargar los pliegos de la página de Internet y hacer sus ofertas. La ciudadanía podrá consultar en la web cualquier contrato de cualquier institución estatal y establecer su propio monitoreo.

“Es un paso revolucionario para derrotar con instrumentos modernos el fenómeno de la corrupción, dijo a SEMANA el vicecontralor, José Félix Lafaurie, encargado del proyecto. Si se logra bajar en un 10 por ciento el costo de las compras públicas con este sistema el impacto será de 2.6 billones de pesos en favor de la Nación”, explicó.