Especiales Semana

NAVIDAD

7 de enero de 1985

¡FELIZ NAVIDAD!
Las tarjetas de Navidad también forman parte del complejo mundo del fin de año. Como todo lo relacionado con la Navidad, las tarjetas postales también tienen su historia. Hacia 1850 aparecieron en Inglaterra las primeras tarjetas de Navidad. La reforma postal inglesa que se llevó a cabo en aquellos días favoreció la difusión de esta costumbre, ya que a muy bajo precio éstas podían ser enviadas a lugares distantes. Las primeras tarjetas navideñas eran trípticos en los que el dibujo central representaba a la familia y los dibujos laterales mostraban dos de las obras cristianas de caridad, como dar posada al peregrino y vestir al desnudo. Hacia 1870 las tarjetas de Navidad estaban tan arraigadas en Inglaterra que ya formaban parte de la tradición.
Tras varios intentos fallidos, los norteamericanos entraron en el mundo de las tarjetas una vez finalizada la primera guerra mundial. Desde allí la costumbre se volvió universal y las tarjetas comenzaron a bajar de precio, ya que los avances litográficos permitieron imprimir tarjetas de bajo costo y excelente calidad. El enviar nuestros mejores deseos por las fiestas navideñas y el Año Nuevo a través de tarjetas por correo se ha impuesto como una tradición en casi todos los países occidentales.
Además de ser una costumbre más, dentro de todos los festejos de esta temporada, es una idea estupenda para mantenernos en contacto con amistades y familiares lejanos, con quienes quiza no tengamos comunicación durante el resto del año. Con estas personas no nos limitamos a enviar nuestros buenos deseos de Navidad, sino que también aprovechamos la ocasión para ponerlos al día sobre la familia con una carta.
¿Cómo recordarnos de todas esas personas a quienes queremos felicitar? Pues hay varias maneras de hacerlo, pero estas son las más efectivas: por un lado, revisemos la libreta de direcciones y teléfonos; por otro, saquemos las tarjetas recibidas el año anterior; hagamos una lista con los nombres y teléfonos de todas esas personas que figuran en un sitio o el otro y, ¡adelante con el bolígrafo y los sellos! Siempre habrá un olvido y tarjetas enviadas a quienes no reciprocan. ¡ Perdamos cuidado! Esto será algo muy normal. En el primer caso, enviemos tarjetas por el Año Nuevo (todo el mes de enero es apropiado para hacerlo), en el segundo, sintámonos muy satisfechos de dar sin esperar nada a cambio. En fin de cuentas, éste es uno de los verdaderos significados de la Navidad.

NAVIDAD JUDIA
La festividad judía de Hanukkah frecuentemente es llamada la "Navidad judía". Pero esto se debe sólo al hecho de que casi siempre es celebrada en el mes de diciembre. Sin embarqo, la coincidencia termina allí. La Navidad y Hanukkah tienen origenes completamente diferentes y Hanukkah, desde luego, es una tradición mucho más antigua.
Hanukkah es una festividad de ocho días de duración, que el pueblo judío dedica a conmemorar la victoria espiritual y militar de Judas Macabeo sobre los ejércitos del rey de Siria. Este se proponía subyugar al pueblo hebreo y hacerle abandonar su creencia religiosa en un sólo Dios.
La palabra hebrea hanukkah significa "dedicación", por lo que esta conmemoración también es conocida como Fiesta de la Dedicación, y asímismo se le llama Festival de las Luces.
La celebración de Hanukkah siempre comienza el día 25 del mes judío de Kislev. Sin embargo, el calendario judío no se rige por el sol, sino que está basado en la luna, por lo cual Hanukkah resulta, según el calendario solar u occidental, una fiesta movible, como son movibles también muchas de las fiestas de la Cristiandad (Pascua de Resurrección Ascensión de Cristo, etc.).
Muchas familias Judías, en la primera noche de la festividad, prenden velas en un candelabro, que es colocado en el antepecho de alguna ventana para que sea visto por los transeúntes desde la calle. Este candelabro (llamado menorah) generalmente tiene algun mérito ornamental o artístico. Sostiene ocho velas (una por cada noche de Hanukkah) y otra más, al centro, que es la utilizada para prender las restantes.
A la caída del sol del primer día el jefe de la casa prende la primera vela, con toda la familia reunida en derredor. Las demás velas se van encendiendo sucesivamente en las demás noches, hasta la octava inclusive.
Tanto en las sinagogas como en los hogares donde se coloca el candelabro de Hanukkah, se rezan plegarias especiales y casi siempre se añade una breve lectura sagrada alusiva al espíritu de la festividad. Toda la familia entona un himno religioso, el Maoz tzur, palabras que significan "Roca de los Tiempos", aunque el cántico no es el mismo que un conocido himno protestante de igual nombre.
A continuación, la familia come reunida y se entretiene con diversos juegos durante el resto de la velada. El trabajo está prohibido mientras las velas de Hanukkah permanecen ardiendo.