Especiales Semana

PARA SOBREVIVIR

LA MISTICA DE ORIENTE Y LA MEDICINA DE OCCIDENTE SE UNEN EN LA SOFROLOGIA PARA DAR UNA SOLUCION A LOS CONFLICTOS DE LA CULTURA DE MASAS. UN COLOMBIANO ES EL PADRE DE LA NUEVA CIENCIA.

28 de junio de 1982

Alfonso Caycedo, 50, neurosiquiatra colombiano, bajito, calvicie incipiente, no puede ocultar tras sus anteojos de miope una mirada incisiva e inquisidora, pero amable. Con voz profunda y sugestiva, con un dejo adquirido durante su formación en España, habla con convicción, sin vanidad y con la serenidad que da la armonía de conciencia, sobre la nueva ciencia fundada por él: la Sofrología. Probablemente no la panacea, pero sí una salida para la angustia, la ansiedad, las neurosis derivadas de la crisis de la sociedad de masas. Una respuesta nueva, a medio camino entre la medicina, la siquiatría, la sicología y la pedagogía.
Caycedo se lanzó a la aventura que desembocó en la creación de la Sofrología cuando, aún estudiante, asistía al eminente siquiatra López Ibor y realizaban tareas como electro-shocks y comas insulínicos. Presenció muchas veces el ocaso y la reaparición de la conciencia, tema que apenas si merecía algunos capítulos de estudio en las facultades de medicina. Para evitar la violencia de los tratamientos tradicionales con enfermos mentales, utilizó la hipnosis, pero la abandonó al descubrir que detrás de ella hay fenómenos de conciencia distintos. "Me dije que además de las conciencia normal y de la patológica hay un tercer estado de conciencia" Fue a Suiza a estudiar con Binswanger, el médico que aplicó los principios de la fenomenología a la medicina y, estimulado por el, viajó durante dos años por -la India y el Japón en donde aprendió de los yoguis, los monjes budistas y los practicantes del Zen, técnicas y métodos de relajación, respiración, control y conocimiento del esquema corporal. Regresó para aplicarlos sólo a los enfermos mentales y acuñó el término de la nueva ciencia a partir de tres palabras griegas: Sos (sano, armónico)Phren (mente) y logos(estudio). Nacia la Sofrología.
Entre 1967 y 1977 desarrolló los principales métodos que son ahora los propios de esta nueva ciencia, los sometio a la experimentación y comprobación rigurosas de la medicina occidental y los difundió entre sus colegas para su adaptación y juicio. En 1977, en Recife, Brasil, hizo la llamada "Declaración de los valores del hombre" y propuso como solución urgente a las enfermedades de nuestro tiempo una movilización de las reservas genéticas positivas que subyacen en las estructuras biológicas del hombre. "Hemos estudiado la biología molecular, las células, la herencia y vemos dentro de la célula elfenómeno inmanente. La conciencia está en la célula. En cada una hay estructuras positivas y negativas y activando el positivo celular, desde los niveles profundos de la conciencia, el organismo entero se recompone". La Sofrología entró entonces en la arena social, salió del seno de la medicina y empezó a llegar al hombre de la calle, al obrero en la fábrica, al preso en la cárcel, a la mujer en el hogar, al niño en la escuela, al ejecutivo en su despacho. Porque la Sofrología se dirige ahora no sólo al enfermo. Ofreee a la sociedad procedimientos capaces de activar las estructuras positivas y de rescatar la individualidad amenazada por la masa.
La Sofrología ha demostrado la existencia de un tercer estado de conciencia, entre el sueño y la vigilia, libre, receptiva, la conciencia sofrónica, cuyo estudio y conquista son su objetivo central. La metódica se basa en ejercicios de relajación dinámica y, mediante un entrenamiento escalonado y programado, busea la vivencia del esquema corporal y el estado armónico de la conciencia que permite no sólo eliminar síntomas, sino prevenir enfermedades.
El entrenamiento sofrológico que, en su período inicial utiliza "cassettes", por lo que se le considera un método de relajación de base cibernética, presenta tres niveles: individual, que comprende técnicas sofrológicas para un solo paciente; de grupo, que se basa en la técnica fundamental de relajación dinámica y es realizado en centros especializados por sofrólogos entrenados, limitado a pequeños grupos homogéneos de enfermos o personas normales; colectivo cuyo método es la relajación colectiva, dirigido a grandes grupos heterogéneos de personas sanas, con carácter preventivo. Es en este nivel, principalmente, donde radica el aspecto más revolucionario de la nueva ciencia, pues ofrece métodos y técnicas masivas, a bajo costo, basadas en el principio de repetición para la conquista de nuevos hábitos, con ejercicios sicofísicos estrictamente programados para sesiones cortas.
Un nuevo método para entrenar la conciencia, sencillo y fiel a la tradición hipocrática, que une el imperativo de racionalidad occidental con el conocimiento oriental de los íntimos resortes del alma, entra ahora con pie firme en Colombia: el próximo semestre se abre la escuela Internacional de Sofrología con sede en Bogotá, aprobada por el Ministerio de Educación. Una nueva profesión con programas que comprenden filosofía, cibernética, anatomía, bioquímica, histología... que no son, precisamente, plato fuerte para charlatanes y brujos. Nueva ciencia con doble dimensión: médica y humanística, que se proyecta a terrenos diferentes: Sofrología pedagógica, industrial, clínica y profiláctica. Y en agosto, el Tercer Congreso Internacional de Sofrología, también en Bogotá, para debatir esta nueva ciencia y esta nueva profesión.