Especiales Semana

UN ASESINO SUELTO

Así podría definirse el cancer en Colombia. Pero en los Estados Unidos el 90% de los casos son curables. ¿Por qué no ocurre aquí lo mismo?

5 de julio de 1982

Un asesino suelto El cáncer parece no ser ya una amenaza mortal. La ciencia avanza. Quimioterapias. Extracción de tumores. Diagnósticos pertinentes. Irradiaciones. Tratamientos experimentales. Pero alrededor de todos estos nombres hay una clave, un aliado ineludible o un enemigo implacable: el tiempo. Cualquier medida que se tome oportunamente puede conducir a resultados insospechados. En Estados Unidos, país piloto en las investigaciones sobre el cáncer, se considera que el 90% de casos puede curarse, teóricamente, si se diagnostican oportunamente. En Colombia, incluso, donde los ciudadanos están bastante desamparados y todas las campañas de prevención están bajo la responsabilidad de la Liga contra el cáncer una institución apoyada básicamente en auxilios y trabajo voluntario ("trabajamos con las uña" dice su presidenta María Ignacia de Eastman), se han dado casos de cura total sobre pacientes que mostraban síntomas relativamente avanzados. De los datos que obtuvo el Registro Nacional de Cáncer el año pasado (hay muchos casos que escapan a las estadísticas), se sabe que, de quienes se reportaron con la enfermedad, se lograron salvar 392 pacientes con cáncer de pulmón, 7.072 mujeres que padecían cáncer del útero, 150 con cáncer en el seno y 1.820 casos de cáncer en los ovarios.
Si se piensa en la dimensión del mal en el país, donde la primera causa de mortalidad de la mujer es el cáncer en el útero y el año pasado el cáncer de pulmón donde ocasionó un 6.2% de las muertes, el del cuello del útero 5.1%, el del ovario 1.8% y el del seno 3.5%, las cifras de incidencia de la enfermedad no son muy grandes, más cuando se sabe que estos cuatro tipos de cáncer son susceptibles de ser atacados, de raíz con un diagnóstico oportuno. En realidad los recursos para promover las campañas preventivas son precarios. Muy precarios.

CIGARRILLOS VS. PULMONES
Durante los últimos treinta años, la, incidencia del cáncer en el pulmon se ha multiplicado nueve veces, pero se sabe además que la muerte por cáncer es diez veces mayor entre los fumado res habituales de cigarrillo que entre las personas que no fuman. El índice de mortalidad aumenta en proporción al número de cigarrillos que se fuman diariamente y es dos veces mayor entre los que fuman dos cajetillas de cigarrillos al día, que entre los no fumadores.
De acuerdo con estos datos, y en vista de que además en Estados Unidos 300.000 personas mueren al año por cáncer pulmonar, la campaña contra el cigarrillo -máxima causa de este tipo de cáncer es de tal dimensión y agresividad en ese país que han conseguido que 30 millones de fumadores hayan abandonado completamente el vicio. Es su manera de combatir el cáncer. En Colombia, el alcance de la campaña de divulgación de La Liga contra el cáncer, a través de presentaciones de películas, conferencias y charlas de especialistas logró llegar sólo a 60.000 personas el año pasado.
Después de un esfuerzo de veinte años, la Liga ha logrado constitui centros en 22 ciudades, básicamente apoyados en el trabajo voluntario, y, no obstante el intento de aumentar su radio de incidencia, las zonas rurales están completamente desprotegidas.
El campesino colombiano no sabe que el cigarrillo produce cáncer y se muere en más absoluta ignorancia, sin intuir siquiera que habría podido evitar la enfermedad y la muerte.

MUEREN MILES DE MUJERES
Es similar el caso del cancer en el útero. Cada día mueren mujeres afectadas por esta enfermedad. Cali es una de las ciudades, del mundo con mayor indice de la cáncer en el útero a tal punto, que ha sido escogida como Sede del Congreso Mundial de Registro de Cáncer. Sin embargo, este es uno de los canceres más susceptibles de prevenir y atacar a través de un examne médico rápido y sencillo: la citología. Es un examen vaginal mediante el cual se puede diagnosticar el cáncer en una etapa en la que todavía puede ser curado; el cáncer en el útero se desarrolla normalmente con lentitud en un período de 5 o 10 años. Se puede incluso atravéz de este examen, encontrar el cáncer meses o años antes de y que aparezcan los primeros síntomas. Cuando éstos aparecen, generalmente la situación es irremediable. Cualquier mujer mayor de 25 años debería hacerse, al menos anualmente, una citología. En Colombia hay aproximadamente 6 millones de mujeres mayores de 25 años. La Liga contra el Cáncer logró hacer el año pasado, 100.089 exámenes, de los cuales se les hizo seguimiento a 2.604 mujeres, consiguiendo controlar 826 casos. ¿A cuántas mujeres más se les habría podido evitar la muerte? Si cada una de 6 millones de mujeres pudieran hacerse una citología, el porcentaje de cáncer disminuiría sensiblemente (podría evitarse casi en un 90% con un control oportuno). Paradójicamente, esta es la causa de mortalidad femenina más alta del país.
Igual sucede con el cáncer de ma mas. A esas mismas 6 millones de mujeres susceptibles de padecer cáncer en los senos se les puede evitar con algo tan simple si se conoce como un autoexamen mensual. No requiere ni siquiera consulta médica y, por el contrario, se recomienda que sea cada mujer. que de hecho conoce su cuerpo mejor que nadie, quien haga su propio examen para que así pueda ella misma descubrir cambio abultamientos o durezas que generalmente son síntomas de cáncer. La más pequeña anormalidad detectada oportunamente puede impedir el desarrollo del cáncer en los senos. Pero, de nuevo, la difusión, la enseñanza y los métodos posibles de autoexamen solo alcanzaron, a llegar, de manera directa, en 1981, a 60.000 personas (no todas mujeres) y la Liga contra el cáncer no puede proporcionar más de 15.866 consultas médicas. Las mujeres en Colombia, en su gran mayoría no saben palpar sus senos; cuando llegan donde el médico, generalmente, es demasiado tarde.
Las camas del Instituto de Cancerología están copadas. Es más, son pocas las personas recluidas allí y sometidas a los arduos tratamientos que pueden salvarse. El tiempo es la mejor, por no decir la úmca arma contra el cáncer y mientras la ciencia avanza y las medidas para prevenirlo son cada día más eficaces, en Colombia se vive casi en el limbo, como si el cáncer fuera aún el misterioso mal del siglo XX frente al cual se es absolutamente impotente y sólo se siente horror.