El divorcio del siglo

De nada le sirvió al oligarca ruso Dmitry Rybolovlev dilatar durante seis años el acuerdo de divorcio con su exesposa, Elena, de quien se separó en 2008 tras dos décadas de matrimonio. Un tribunal de Ginebra le ordenó pagarle 4.500 millones de dólares, un poco más de la mitad de su fortuna, estimada en 8.800 millones según Forbes. Esos números lo convierten en el divorcio más caro de la historia, título que ostentaba hasta hace poco el multimillonario francés Alec Wildenstein, quien tuvo que pagarle 2.500 millones de dólares a su mujer, Jocelyne. En la lista también están el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone; el actor Mel Gibson y el magnate de los medios Rupert Murdoch. Rybolovlev, de 47 años, no debe estar muy orgulloso de su nuevo récord, pero dada su fama de derrochador, el dinero parece tenerlo sin cuidado. Su hija Ekaterina, de 25, puede dar fe de ello. El año pasado su papá le regaló la isla Skorpios, el paraíso privado de la familia Onassis, y en 2012 le compró el apartamento más caro de Nueva York. En todo caso, los abogados del empresario, quien es además dueño del club de fútbol AS Mónaco, apelarán la decisión.