La obesidad, una enfermedad | Foto: comercial

SALUD

La obesidad, una enfermedad crónica

El 60 por ciento de la población del país sufre de sobrepeso u obesidad. Es necesario consultar a un especialista para buscar el tratamiento adecuado.

26 de diciembre de 2018

“La obesidad es una enfermedad crónica porque afecta a las personas por muy largo plazo.  El efecto va a persistir por muchos años si no se hace nada. Acarrea complicaciones desde el punto de vista cardiovascular, de fertilidad, aumenta los riesgos de diabetes, de enfermedades articulares y respiratorias, entre otras”.

Esta explicación de Óscar Rosero, médico endocrinólogo, miembro de la Asociación Colombiana de Endocrinología y director médico de Balance Control de Peso, deja ver claramente que la obesidad no es un problema menor.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, la obesidad es un exceso de adiposidad. En términos estadísticos, su indicador es el índice de masa corporal, el cual mide la relación entre el peso y la estatura. Una persona tiene sobrepeso cuando su índice de masa corporal está por encima de 24 y obesidad, cuando está por encima de 30.

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De acuerdo con Rosero, es necesario precisar que existen personas con un bajo índice de masa corporal, pero con alta adiposidad y en este caso deben ser consideradas con sobrepeso o con obesidad. También existe el caso contrario, personas con un alto índice de masa corporal y con baja adiposidad, como sucede por ejemplo con los deportistas.

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¿Qué hacer para tratar la obesidad?

Lo primero que debe hacer una persona para tratar el sobrepeso o la obesidad es aceptar que tiene un problema y entender por qué se está engordando. Solo en 3 de cada 100 personas la obesidad se debe a alguna enfermedad. En el 97 por ciento de los casos es causada por un desbalance entre la ingesta de alimentos y el gasto calórico diario.

La cantidad de calorías que una persona quema en un día se llama metabolismo basal. Cuando la persona consume más de lo que gasta, se produce un exceso que el cuerpo va a convertir en grasa la cual guarda, porque está diseñado para la escases, y de exceso en exceso el cuerpo acumula más grasa.

El tratamiento, por lo tanto, consiste en establecer un balance entre las calorías que ingiere la persona y la energía que gasta en un día. De acuerdo con Rosero, “no se trata de hacer dieta, porque la palabra dieta se asocia a un corto periodo de tiempo, se trata de mejorar o ajustar nuestros patrones o conductas diarias de alimentación a nuestra propia necesidad diaria. Tengo que seleccionar muy bien mis alimentos para no sobrepasar mi demanda calórica diaria, y que sean nutritivos. Yo no puedo solucionar mi problema de sobrepeso y obesidad con una dieta de una revista o con la dieta que hizo determinada modelo”.

No se debe eliminar ningún tipo de alimento, porque es entonces cuando se producen los desbalances y el efecto rebote. Si la persona tiene un plan de alimentación donde no como carbohidratos, por ejemplo, cuando los vuelva a comer, va a ganar todo lo que perdió. Lo que sí es muy importante es eliminar el consumo de azúcar refinada.

En algunos casos puede ser útil apoyar este nuevo estilo de vida con medicamentos que ayudan a reducir el apetito. Rosero afirma que “no existen quemadores de grasa. Las inyecciones y medicamentos que lo ofrecen son un engaño y pueden ser tóxicos, no existen en ningún lugar del mundo. Sí existen medicamentos que ayudan a controlar el apetito. La persona siente menos hambre y, si esta en un plan integral, va a cumplir más fácilmente la meta de comer menos. En Colombia hay aprobado uno”.

Estos medicamentos deben ser administrados por un especialista quien también debe hacerle el seguimiento al tratamiento, concluye el especialista.