Nuevos desarrollos para afrontar la pandemia

“Tony Stark pudo construirlo en una cueva”. La frase alusiva al superhéroe de los cómics llevado al cine destaca en una de las paredes del Laboratorio de Prototipado de MacondoLab, centro de crecimiento empresarial e innovación de la Universidad Simón Bolívar. Una analogía de la ‘nueva normalidad’ que causó la covid-19: la pandemia es la cueva, Stark son los humanos y el traje de Iron Man son las soluciones que emergen de la crisis.

A eso le apuntan investigadores y científicos de Unisimón, quienes trabajan en innovaciones que mitiguen el impacto de la enfermedad y le permitan a la ciudadanía adaptarse al cambio.

“El siglo XXI vive un momento estratégico y profundamente diferente: el ambiente competitivo es más rápido e hiperconectado, y exige un capital humano capaz de moverse en ambientes complejos”, asegura Paola Amar, vicerrectora de Investigación, Extensión e Innovación de Unisimón y CEO de MacondoLab.

Ya hubo un primer logro: adaptar un modelo de inteligencia artificial que detecta alteraciones del campo visual y suelos con rastros de explosivos y petróleo, a uno que alerte anomalías y al mismo tiempo agilice el análisis de muestra de covid-19. Se le llamó ‘Camille’, en homenaje al matemático francés Camille Jordan.

‘Camille’ es consecuencia de un trabajo conjunto de ingenieros y bioquímicos. Es un software con un algoritmo de autoaprendizaje que, a partir de información básica, da probables respuestas. Para su utilidad ante la covid-19 fue alimentado con cientos de resultados con equipos PCR, que amplifican las secuencias del ADN con el fin de que los especialistas determinen si la persona está infectada con el virus.

Rigor y experticia

Con base en el modelo ya creado, se utilizaron más de 8.000 gráficas que produjeron la data de autoaprendizaje con la que ‘Camille’ pudo sistematizar el proceso de PCR. “Da mayor organización del reporte de casos y agiliza los análisis y la entrega de resultados”, explica Reynaldo Villarreal, director del Laboratorio de Prototipado y del área de Tecnología de MacondoLab.

En computador, la muestra de cada paciente arroja unas gráficas de curvas para su análisis por parte de especialistas de la Unidad de Genética y Biología Molecular de Unisimón, que concluyen si es positiva o negativa, o si es inválida por algún defecto, dependiendo de unos rangos numéricos.

El aporte del software es valioso en medio de la pandemia, dada la urgencia por entregar diagnósticos certeros en el menor tiempo posible. Esta labor demanda un gran esfuerzo humano, ya que por muestra se generan cuatro gráficas y cada una contiene 46 datos que deben examinarse. “Un promedio de 200 muestras diarias equivale a 36.000 datos que se analizan sí o sí antes de dar un dictamen”, precisa Leonardo Pacheco, doctor en Química y experto en quimiometría.

Antonio Acosta, doctor en Bioquímica y Biología Molecular, explica cómo el software apoya al equipo que dirige en la Unidad de Genética de Unisimón, donde desde el 11 de abril hacen diagnósticos de la enfermedad con aval del Instituto Nacional de Salud (INS): “El software reconoce factores que pueden afectar una curva, y nos da una señal de alerta de que debemos revisar la gráfica y recurrir a nuestra experticia”.

Nuevo doctorado

Desde que fue creado en 2014, MacondoLab ha dinamizado el ecosistema de innovación y emprendimiento de la región Caribe: más de 250 softwares y prototipos elaborados, más de 55.000 emprendedores impactados, más de 130 empresas aceleradas, 209 procesos de innovación abierta impulsadas y 407 startups acompañadas. Sus indicadores, las distinciones internacionales obtenidas y las iniciativas concretadas, como ‘Camille’, facilitaron que Unisimón obtuviera el registro calificado del Ministerio de Educación Nacional para ofrecer un nuevo doctorado en Gestión de la Tecnología y la Innovación.