| Foto: The World Bee Project

TECNOLOGÍA

Las abejas están desapareciendo del planeta: así buscan salvarlas

Las abejas reinan en el ecosistema. Pero, aunque de ellas depende la seguridad alimentaria del planeta, en los últimos años su población ha descendido significativamente. Una iniciativa que usa varias tecnologías emergentes pretende detener este flagelo.

5 de noviembre de 2018

Es preocupante la disminución global de las abejas, que amenaza la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la degradación de los ecosistemas. En pocas palabras, de esta situación pueden derivar trágicas consecuencias para la raza humana y el planeta.

Cesar Cocomá, miembro del colectivo “Abejas Vivas” de Colombia, expuso el problema en una reciente transmisión de Al Tablero, programa que se emite de lunes a viernes en Dinero.com y en la página de Facebok de Dinero.

El activista envió una voz de alarma diciendo que por la falta de regulación de las prácticas agrícolas de control de plagas “de la mayoría de los agricultores”, en el país la población de las abejas ha tenido un descenso de 35% en los últimos 10 años. La contaminación causada por la basura, el cambio climático y el crecimiento de la población mundial, también son parte de la dificultad.

“Solo en agosto de este año se registró la desaparición de 2.000 colmenas, cada una conformada por 100.000 abejas. A este paso, en 15 años habría una crisis de seguridad alimentaria en el país”, comentó Cocomá.

Las abejas intervienen de manera decisiva en la reproducción de una significativa diversidad de especies vegetales; de ellas depende un tercio de la producción de los alimentos que consumen los seres humanos, pero su desaparición tendría un impacto en las plantas y animales que sobreviven gracias a ellas.

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Es decir, sin las abejas, se daría un colapso de muchos ecosistemas, con innumerables especies y procesos que se interconectan para garantizar la supervivencia de las personas. Albert Einstein calculaba que sin abejas, la vida en el mundo se extinguiría en aproximadamente 4 años.

En 2016, un reporte de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), estimó que el 87% de las especies de plantas florecientes del mundo dependen de la polinización, que 1.400 millones de trabajos en el mundo derivan de los polinizadores y que el 77% del suministro global de alimentos depende de los polinizadores.

La producción mundial anual de alimentos relacionados con polinizadores tiene un valor calculado entre US$235.000 millones y US$577.000 millones.

Ante este drástico panorama, Dinero encontró en San Francisco (Estados Unidos) durante la convención Open World, una esperanzadora propuesta procedente de Reino Unido que busca combatir la disminución de la población de las abejas.

The World Bee Project se ha asociado con la compañía Oracle y la Universidad de Reading de Inglaterra; crearon una red mundial para monitorear abejas que recolectan datos por medio de sensores, que se transfieren a la nube.

Combinando soluciones en la nube con la investigación científica, quieren ayudar a informar e implementar acciones de alcance mundial que permitan el desarrollo de investigaciones para crear ecosistemas más sostenibles.

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“Hemos ubicado sensores en varias partes del mundo, la nube se conecta con estos sensores ubicados en unas cajas especiales. De esta forma se genera información y conocimiento que podemos proporcionar a agricultores, investigadores y científicos, todo a una velocidad que nos permite generar información realmente interesante. Las interpretaciones que logramos son vitales para el futuro de las abejas y por supuesto, de nuestra supervivencia”, aseguró Sabiha Rumani Malik, fundadora y presidente de The World Bee Project.

                                        Sabiha Rumani Malik, fundadora y presidente de The World Bee Project. Foto: Dinero. 

Los datos recolectados pasan a sistemas que hacen uso de la analítica y la inteligencia artificial para comprender mejor el presente y el futuro de las abejas.

“Usamos el internet de las cosas para para transferir conocimiento, buscar patrones, identificar las mejores prácticas. Esto permite gestionar el paisaje, mejorar hábitats, direccionar problemas ante un colapso del ecosistema. Si un agricultor hace seguimiento alrededor del cultivo, se mejora la conciencia y se mitigan riesgos. El ‘Big Data’ tiene aplicaciones increíbles para hacerlo”, dijo George Clouston, director comercial de Arnia, la startup que creó las cajas que tienen el moderno sistema de monitoreo remoto de las colmenas.