John Edward Myers trabaja actualmente en la investigación Voces del Vacío, luego de su visita al Cauca.
John Edward Myers trabaja actualmente en la investigación Voces del Vacío, luego de su visita al Cauca. | Foto: Daniel Castillo

Perfil

John Edward Myers, el politólogo estadounidense que promueve el aviturismo en Colombia

Las aves colombianas lo hicieron volar hasta el país. Desde su llegada en 2001 se ha dedicado a recorrerlo y a contarlo en crónicas y reportajes para distintas publicaciones. Su amor por la naturaleza lo llevaron a ser guardaparque voluntario en los parques Los Nevados y Chingaza.

29 de abril de 2021

Mónica Pardo*

Un libro trajo a este politólogo y conservacionista, nacido en Minnesota, Estados Unidos, a tierras colombianas. La Guía de las Aves de Colombia, de Steven L. Hilty y William L. Brown, describe más de 1.800 especies de aves que, inevitablemente, despertó en John una gran curiosidad por Colombia y unas ganas ineludibles de visitarla. Llegó en 2001 a Bogotá y Cartagena procedente de Bolivia, donde trabajaba el tema de avi y ecoturismo. Como el país sin salida al mar no tenía su propia guía, tuvo que leer la colombiana. Pero su primer acercamiento fue mucho antes, cuando era niño. “Mi mamá contrató un par de señoras colombianas, que trabajaron como nanas y yo siempre hablaba con ellas. Me contaban sobre su tierrita, cómo era Bogotá, porqué se fueron y qué les hacía falta (extrañaban)”, relata.

Desde la primera vez que pisó suelo colombiano empezó a crecer esa gran curiosidad y amor por el país, lo que lo ha mantenido cerca aunque a veces esté lejos. Vivió en Santa Marta un par de meses, en los que cuenta: “aproveché para conocer el Parque Tayrona, la Sierra Nevada de Santa Marta. Fue un viaje extraordinario”. Más tarde estuvo vinculado a Parques Nacionales Naturales y además, pasó por las aulas de la Universidad de Los Andes y la Universidad Nacional como estudiante. Es un visitante asiduo de los parques colombianos, inclusive, fue guardaparque voluntario en el de Los Nevados y también en Chingaza: “han sido una de las mejores experiencias de mi vida”, sentencia y se declara un enamorado de la biodiversidad del país.

Y así como las aves colombianas lo hicieron volar hasta aquí, él hizo volar el aviturismo en el país. Trabajó en la construcción de la primera ruta, denominada Northern Birding Trail de Colombia, que recorre la costa caribeña durante 10 días para ver la riqueza de especies de esta región. Con este proyecto y su estudio “La paz es mucho más que palomas” contribuyó a posicionar a Colombia como uno de los mejores destinos de turismo de aves en el mundo.

“Vimos un gran aumento no solamente de avituristas, sino también en el interés en general a nivel nacional. La gente empezó a involucrarse y muchas personas empezaron a salir, a buscar y a fotografiar aves para ‘chicanear’ sus fotos en sus redes sociales”, dice.

Actualmente vive en Bogotá, pero es un viajero constante. Conoce al país tan bien como cualquier nacional o, incluso, mejor. Esto lo ha llevado a la escritura de crónicas y reportajes para diferentes publicaciones. Su más reciente visita fue en el Cauca donde adelanta la investigación Voces del Vacío.

*Periodista