Atención: terremoto de 6,4 sacude a Japón

Un terremoto de magnitud 6,4 –un débil 6 en la escala de intensidad sísmica de Japón– sacudió la costa occidental de la isla Shikoku el miércoles por la noche. No hubo amenaza de tsunami ni informes iniciales de heridos o daños por el terremoto, que se produjo a las 11:14 de la noche.

El terremoto tuvo una magnitud débil de 6, el tercer nivel más alto, en partes de las prefecturas de Kochi y Ehime. Afectó a 50 kilómetros de profundidad y tuvo epicentro en el canal Bungo, una recta que separa las islas de Kyushu y Shikoku. El temblor se sintió en una amplia franja del oeste de Japón.

La central nuclear de Ikata, en la prefectura de Ehime, donde está en funcionamiento un reactor, no registró ninguna irregularidad, según información del operador Shikoku Electric Power 9507.T transmitida por la emisora pública NHK.

Según los datos sísmicos preliminares, el terremoto debería haber sido sentido ampliamente por casi todas las personas en la zona del epicentro. Podría haber causado daños leves a moderados.

Probablemente se produjeron temblores moderados en Uwajima (59.000 habitantes), ubicado a 19 km del epicentro, Ōzu (población 38.800) a 30 km de distancia, y Saiki (49.100 habitantes) a 56 km de distancia. En Tsurusaki (población 77.000), ubicado a 63 km del epicentro, Matsuyama (443.300) a 73 km, Beppu (125.100) a 80 km e Iwakuni (104.000) a 99 km, el terremoto debería haberse sentido un ligero temblor.

Los terremotos son comunes en Japón, una de las zonas con mayor actividad sísmica del mundo. Japón representa aproximadamente una quinta parte de los terremotos de magnitud 6 o más del mundo. El 11 de marzo de 2011, la costa noreste fue azotada por un terremoto de magnitud 9, el más fuerte jamás registrado en Japón, y un enorme tsunami. Esos acontecimientos desencadenaron la peor crisis nuclear del mundo desde Chernóbil, un cuarto de siglo antes.

Japón experimenta numerosos sismos debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una región altamente sísmica y volcánica. Este cinturón es donde varias placas tectónicas se encuentran y chocan, generando una intensa actividad sísmica. La placa del Pacífico se hunde por debajo de la placa de Eurasia, creando una zona de subducción que produce terremotos y actividad volcánica.

Además, la compleja red de fallas geológicas en Japón contribuye a la frecuencia e intensidad de los sismos. La geografía montañosa del país también amplifica los efectos de los terremotos. La preparación para sismos es fundamental en Japón, con estrictos códigos de construcción, sistemas de alerta temprana y educación pública sobre seguridad sísmica, lo que ayuda a mitigar los daños causados por estos eventos naturales.