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Barack Obama y Raúl Castro se sentaron juntos para ver el partido. | Foto: EFE

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El béisbol une a EE. UU., Cuba, Colombia y las FARC

El partido de ‘pelota caliente’ entre Tampa Bay Rays de Miami y la Selección Nacional de Cuba será histórico por ser el primer evento masivo al que asistirán los mandatarios del Imperio y la Isla.

22 de marzo de 2016

Durante su discurso en La Habana, Barack Obama, presidente de Estados Unidos, aseguró que “Cuba y Estados Unidos comparten un pasatiempo nacional, la ‘pelota’”, en referencia al béisbol. Precisamente, ese deporte, que por tantos años fue sinónimo de disputas entre los dos países, será acaso, el símbolo del final de la ‘Guerra Fría’.

Este 22 de marzo, las peleas por los peloteros exiliados con sueldos exorbitantes se volverán cosa del pasado. Hoy será todo armonía en el estadio latinoamericano de béisbol, en el municipio El Cerro, sede del equipo local Los Industriales, donde se realizará el partido.

No es casualidad que el corolario de la fastuosa visita de Obama en Cuba fuera un partido de béisbol. Por décadas, la isla fue una gran cantera de jugadores para las ligas mayores de Estados Unidos. Claro, estos jóvenes deportistas llegaban al Imperio huyendo de la Revolución y eran tratados como héroes en sus equipos. Tan pronto había una oportunidad de viajar al extranjero, decenas de beisbolistas escapaban para poder jugar ‘con libertad’.

Es cierto, también, que la ‘pelota’, como llaman los cubanos a secas su deporte nacional, ha ido decayendo en los últimos años por la forma como sus mejores talentos salen del país para buscar mejores horizontes. La isla siempre fue potencia en béisbol, a tal punto que es el máximo ganador en competencias panamericanas.

Analistas internacionales señalan que “el béisbol es la mejor fotografía de lo que fueron las relaciones entre cubanos y estadounidenses durante el embargo”. Por un lado, los caribeños aportan talento y una suerte de mística al deporte emblema de los americanos. Mientras los estadounidenses tienen toda una multinacional formada alrededor de esta práctica.

El portal deportivo Cancha Llena indicó en un informe reciente que “Washington y La Habana ya tienen muy avanzado un acuerdo sobre posibles contratos para que beisbolistas cubanos puedan firmar legalmente por equipos de Grandes Ligas. Es decir, sin tener que abandonar la legalidad cubana”. El partido entre los Tampa Bay Rays y la Selección Cubana puede ser el primer paso para que empresas norteamericanas contraten jugadores y que los peloteros puedan llevar su dinero a la isla.

Colombia presente

Para completar la histórica foto, los negociadores del gobierno colombiano y la insurgencia, unos 40 en total, estarán en una tribuna especial, muy cerca de Obama y Castro y de toda la comitiva presidencial gringa.

La participación de las delegaciones en el evento también tiene una connotación: la invitación fue extendida después de las reuniones que sostuvo el secretario de Estado de EE. UU., John Kerry, con las partes involucradas. Verlos en el mismo palco será una señal: “A pesar de que el proceso pasa por una coyuntura difícil, continúa”, señalan analistas internacionales que están apostados por estos días en La Habana.

El partido será transmitido por la televisión cubana y la de Estados Unidos, para lo cual se ha hecho el más grande despliegue tecnológico con tráiler traídos por barco desde Estados Unidos. Unas 50.000 personas asistirán al evento, con invitación especial, por razones de seguridad.

Una cifra no revelada fue invertida por el gobierno cubano para remodelar el escenario y los alrededores del barrio El Cerro, donde todo está listo para el juego histórico, tanto las afueras como el interior. La historia se escribirá en un campo de béisbol.