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Benjamín Netanyahu ha sido el primer ministro que más dinero ha gastado en su cuidado personal. | Foto: Twitter Benjamín Netanyahu @netanyahu

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Las cuentas secretas del primer ministro israelí

Una joven reveló que Israel tiene presupuesto hasta para los helados de Netanyahu.

31 de mayo de 2013

Amado por algunos pero odiado por muchos. Eso es lo que le ocurre al Primer Ministro de Israel.

Benjamín Netanyahu no tiene una tarea fácil, los ojos de todo el mundo están siempre sobre su país y sobre el conflicto que viven con los palestinos y como si fuera poco, ahora es víctima de un gran escándalo al conocerse sus extravagantes gastos y lujos con dineros de las arcas del Estado israelí.

Una joven de 27 años fue la encargada de acorralar a Netanyahu hasta obtener lo que quería: el presupuesto y los estados financieros del ministro. 


Orian Weitzman es una estudiante que hace dos años llegó a Israel a estudiar Derecho y dice que no tiene nada en contra del Primer Ministro, pero que luego de que en febrero escuchara rumores en los que se decía que el presupuesto del Primer Ministro incluía cerca de 2.000 euros anuales para la compra de sus helados favoritos, pistacho y vainilla, se empeñó en “defender la democracia”.

Desde ese momento una pregunta no dejó de rondar su cabeza, “si ese dinero es lo que gasta en helados, ¿cuál sería el presupuesto para toda su residencia?”.

En la web, la joven no encontró información, así que se contactó con la oficina de Netanyahu, quien tiene un departamento para la Transparencia Informativa. Allí le dijeron que se demorarían 30 días en darle la información, pero luego le pidieron una prórroga de un mes más.

Al ver que trataban de evadir el tema, la mujer acudió a los juzgados y junto con el Movimiento de Libertad de Información, presentó una demanda. Luego de la acción judicial, la oficina del mandatario israelí envió lo solicitado al día siguiente. “Casi como por arte de magia ya tenía en mi correo un informe con los gastos del primer ministro desde 2009 hasta 2012”, afirmó Weitzman.

Lo que se encontró en los documentos es realmente extravagante.

Los gastos de la vivienda oficial del primer ministro, que se encuentra en la calle Balfour de Jerusalén, aumentaron un 73% en los cuatro años de la pasada legislatura de Netanyahu, pasando de unos 400.000 euros en 2009 a 690.000 euros en 2012. El Estado también paga diversos gastos de manutención de las residencias privadas de Netanyahu, una en el exclusivo barrio de Rehavia, en Jerusalén, y otra en la localidad costera de Cesárea.

Orian Weitzman le contó al diario El País que en 2012 y solo para la limpieza de la casa de Benjamín Netanyahu en Cesárea, el Gobierno le concedió 66.000 euros.

Además de 21.000 euros mensuales en la limpieza de sus tres residencias, Netanyahu se instala habitaciones en aviones para vuelos de algo más de cinco horas y viaja, como las estrellas, con maquilladores y peluqueros. 


Foto: Facebook Benjamin Netanyahu. El primer ministro israelí y su esposa Sara antes de abordar un avión rumbo a China.


Luego de que Weitzman dejara al descubierto al hombre poderoso de Israel, ya se ven protestas en las calles y los israelíes están indignados, pues mientras uno de sus representantes tiene lujos que hace extensivos a su esposa Sara y al resto de su familia, la población sufre ante la amenaza de amargos recortes y medidas de austeridad.

Los anteriores ministros

Aún más palo le han dado a Netanyahu pues algunos de sus opositores, luego de conocer los exorbitantes lujos del ministro, se han dedicado a recordar la vida austera de sus predecesores en el más alto cargo de este Estado.

Por ejemplo, la primera ministra Golda Meir recibía a los miembros de su Gobierno en su cocina, mientras preparaba ella misma la comida, además de que tal vez nunca usó los servicios de una maquilladora profesional.

Su sucesor, Menájem Beguin, fundador de Likud, el partido de Netanyahu, solía desplazarse en aviones comerciales, contrario a las lujosas habitaciones diseñadas para los vuelos del actual ministro. Por su parte, Ehud Olmert lavaba los platos delante de los periodistas que le entrevistaban, por orden de su mujer, Aliza.

Para ir al funeral de la exministra británica Margaret Thatcher, Netanyahu y su mujer se hicieron instalar una habitación en un avión de la compañía nacional El Al para viajar de Tel Aviv a Londres. El Estado pagó por este privilegio, que tuvo un costo de 105.500 euros. Fue en ese momento cuando se empezó a desatar la furia del pueblo, la cual se exacerbó con las revelaciones de una mujer desconocida llamada Orian Weitzman.