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Agentes de la policía francesa se apresuran a acudir al lugar de los hechos después de que se produjeran heridos cerca de las antiguas oficinas de la revista satírica francesa Charlie Hebdo (Foto de Alain JOCARD / AFP)
Agentes de la policía francesa se apresuran a acudir al lugar de los hechos después de que se produjeran heridos cerca de las antiguas oficinas de la revista satírica francesa Charlie Hebdo (Foto de Alain JOCARD / AFP) | Foto: (Foto de Alain JOCARD / AFP)

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Lo que se sabe del ataque en París frente a la antigua sede de Charlie Hebdo

Dos sospechosos fueron detenidos poco después de los hechos, un joven de origen paquistaní y un hombre de 33 años.

25 de septiembre de 2020

Dos personas fueron heridas gravemente en un ataque con cuchillo este viernes en París, frente a la antigua sede de Charlie Hebdo, coincidiendo con la celebración del juicio por el sangriento atentado yihadista que en 2015 diezmó la redacción de esta revista satírica por publicar caricaturas del profeta Mahoma.

Dos sospechosos fueron detenidos poco después de los hechos. El primero, de 18 años de edad y considerado como el “autor principal de los hechos”, fue arrestado cerca del lugar del ataque, indicó el director de la fiscalía nacional antiterrorista, Jean-François Ricard, a cargo de la investigación.

Según los primeros elementos de la investigación, se trata de un paquistaní. El segundo sospechoso tiene 33 años y la Policía está verificando sus vínculos con el autor principal.

Posteriormente, otros cinco hombres fueron detenidos durante varias pesquisas en Pantin, en las afueras de París, informaron fuentes judiciales.

El ataque se produjo “en un lugar simbólico y en el mismo momento en que se celebra el juicio contra los autores de los actos indignos contra Charlie Hebdo”, subrayó el primer ministro francés, Jean Castex.

Es “manifiestamente un acto de terrorismo islamista”, abundó el ministro de Interior, Gérald Darmanin.

Los dos heridos, ambos empleados de una agencia de producción vecina a la antigua sede de Charlie Hebdo, se encuentran hospitalizados, pero no corren peligro de muerte, añadió Castex, que se trasladó de inmediato al lugar del ataque.

Testigos reconstruyen los hechos

El ataque de este viernes reabrió las “heridas” que dejó en los habitantes del barrio el atentado de enero de 2015 contra la publicación.

Chantal estaba haciendo una reparación en su casa, cerca del bulevar Richard Lenoir en el distrito XI de la capital francesa, muy cerca del lugar del ataque, cuando poco antes de mediodía oyó afuera el “estruendo de las sirenas”.

“Lo primero que pensé fue: ‘esto vuelve a empezar’. Retrocedí cinco años en el tiempo” hasta el atentado del 7 de enero de 2015 contra Charlie Hebdo, en el que murieron 12 personas.

“Los recuerdos vuelven a emerger. Entre esto y la covid, no vivimos momentos muy buenos”, añade, precisando que tuvo “una especie de premonición” desde principios de septiembre y el juicio, precisamente, por el caso de los ataques de enero de 2015. “Sentí que inevitablemente iba a suceder así”.

Para Denise Hamon, una jubilada que vive desde hace varios años en este barrio animado cercano a la plaza de la Bastilla, los viejos recuerdos volvieron a salir a la superficie. “Obligatoriamente nos recuerda el pasado, pero no es lo mismo, es menos fuerte”, pues el balance es menor que hace cinco años, con dos personas heridas.

“Pero pensamos que al salir siempre puede pasarnos algo”, confiesa.

“El barrio aún tiene heridas. Revivir cosas así, además en mitad del juicio, duele”, asiente Fred Rollat.

Este padre de familia pensó igualmente en su hija Margo, alumna en un colegio cercano. El ayuntamiento de París le advirtió por mensaje de texto que su hija estaba encerrada en el establecimiento, por seguridad.

Nos dijeron que había un problema con gente con un cuchillo, (que) nos quedáramos en el patio”, cuenta Margo. En cuanto el colegio reabrió, Fred fue a buscarla, “para tranquilizarla y tranquilizarme”.

Sabrina, por su parte, acaba de recoger a su hijo de dos años de la guardería, antes de pasar por sus otros dos hijos de cuatro y nueve años en el colegio.

“Es un alivio. Trabajo al lado, oí las sirenas y me dije: ‘algo pasa’. La vida continúa, pero lo que nos pasa no es fácil”, afirma.

Con información de la AFP.