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Mayoría de latinos en EE. UU. prefiere a Biden, pero Trump gana terreno, según sondeo
El actual inquilino de la Casa Blanca recibe el 53,4% del apoyo hispano, frente al 67% que tenía en 2020, mientras que Trump tiene un respaldo del 33%, contra el 29% de hace cuatro años.
La mayoría de los hispanos de Estados Unidos prefiere al presidente demócrata Joe Biden de cara a las elecciones de noviembre, pero su probable rival republicano, Donald Trump, gana terreno entre ese electorado, según un sondeo de la Universidad Internacional de Florida (FIU) presentado este miércoles.
El actual inquilino de la Casa Blanca recibe el 53,4% del apoyo hispano, frente al 67% que tenía en 2020, mientras que Trump tiene un respaldo del 33%, contra el 29% de hace cuatro años.
Biden y Trump suscitan el rechazo de la mayoría de los entrevistados como candidatos.
Tendencias
A la pregunta de si deberían presentarse a las presidenciales, el 44,7% opina que el primero no debería hacerlo, frente al 34,6% que piensa que sí.
En cuanto a Trump, el 57,2% cree que no debería participar en los comicios, frente al 32,2% que apoya su candidatura.
Respecto a lo que más preocupa a los encuestados, el sondeo indica que la inflación es el mayor problema de Estados Unidos para el 19,8% de ellos, seguida de la economía (16,6%) y la inmigración, en concreto la seguridad en la frontera (7,5%).
El sondeo se realizó entre el 18 de noviembre y el 3 de diciembre con una muestra de 1.221 personas repartidas entre los 22 estados del país con mayor concentración de hispanos. Los encuestados contestaron a una serie de preguntas por teléfono, y el resultado tiene un margen de error de ±2,80%.
Corte Suprema de EE. UU. aceptó examinar la inmunidad penal de Donald Trump
La Corte Suprema de Estados Unidos aceptó este miércoles examinar el tema de la inmunidad penal invocada por el expresidente Donald Trump y lo hará a finales de abril, pocos meses antes de las presidenciales de noviembre.
Acusado de cuatro cargos penales, el gran favorito para la nominación presidencial republicana trata de retrasar al máximo los juicios interponiendo recursos.
El 6 de febrero, un tribunal federal de apelaciones desestimó que Trump tuviera inmunidad penal, reabriendo el camino para que se le juzgue en Washington por su presunto intento de alterar los resultados de las elecciones de 2020.
El tribunal de apelaciones dejó en suspenso el fallo para darle a Trump la oportunidad de apelar ante la Corte Suprema, lo que llevó a la jueza Tanya Chutkan a anunciar el aplazamiento del juicio, inicialmente previsto para el 4 de marzo.
La Corte Suprema dijo que abordaría el tema de “si un expresidente disfruta de inmunidad presidencial frente a un proceso penal por conductas que supuestamente involucran actos oficiales durante su mandato, y, de ser así, en qué medida”.
El fiscal especial Jack Smith, que investiga el caso, recomendó a la Corte Suprema que no aceptara a trámite el caso, pero, si lo hacía, que fijara un calendario acelerado.
En su decisión del miércoles, la Corte Suprema satisfizo en parte a Donald Trump al no permitir que la decisión de apelación entre en vigor hasta que se pronuncie.
Pero programando los debates para “la semana del 22 de abril” accede, en cambio, a la petición del fiscal especial de adelantar el plazo.
En sus alegatos, Jack Smith subrayó la “importancia nacional única de este caso penal”, en el que un expresidente es “procesado penalmente por haber intentado permanecer en el poder impidiendo al legítimo ganador de las elecciones asumir sus funciones”.
Los abogados de Trump aducen “inmunidad absoluta”.
Con información de AFP