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Policía francesa desmonta campamento de indocumentados

La mitad de las personas retiradas del lugar eran menores de edad.

22 de septiembre de 2009

Fuerzas de choque de la policía francesa desmantelaron el martes un campamento precario levantado por indocumentados cerca de esta ciudad portuaria del norte de Francia y detuvieron a centenares de personas que esperaban la ocasión propicia para cruzar el Canal de la Mancha y entrar ilegalmente en Gran Bretaña.

El ministro de Inmigración francés Eric Besson, que el martes visitó el lugar —llamado "La Jungla"_, dijo que era un "campamento base para los traficantes humanos" y agregó que volverá a implantar el imperio de la ley en la costa norteña de Francia.

Los acampados eran principalmente afganos y habían provocado tensión entre Gran Bretaña y Francia, además de ser el símbolo de los problemas europeos para contener la inmigración ilegal.

En total, 278 personas —casi la mitad de ellas menores— fueron detenidas en la primera parte de la operación, dijo el prefecto de la región de Pas de Calais, Pierre de Bousquet de Florian.

"Esta operación no va dirigida en contra de los inmigrantes, va dirigida contra la logística de los traficantes de seres humanos ... que los explotan", agregó.

Refugiados vestidos con vaqueros y camisetas, muchos de ellos con aspecto de adolescentes, llevaban mochilas y mantas mientras eran conducidos en una fila única por la policía. Los activistas gritaron a los agentes con la ayuda de megáfonos y algunos formaron una cadena humana en torno a los indocumentados y se enfrentaron brevemente con la fuerza pública.

Varios refugiados tenían aspecto desesperado por temor a su suerte, y lloraban discretamente agachados en la arena al formar filas entre los agentes.

Besson dijo que no hubo episodios de violencia durante el desalojo y que todos los enseres personales fueron recogidos y repartidos en la mezquita de Calais. Un equipo médico y 30 intérpretes ayudaron a las autoridades y se habilitaron temporalmente 200 camas para los indocumentados, dijo la prefectura regional.

Tras el desalojo de sus ocupantes, las autoridades dieron orden de que las topadoras arrasaran las carpas levantadas con palos y plásticos entre la maleza y el arbolado. Varios obreros provistos de motosierras cortaron el arbolado y la maleza que sostenían las carpas.

El secretario del Interior británico Alan Johnson dijo estar "complacido" por el cierre del campamento. Gran Bretaña descartó la posibilidad de admitir indocumentado alguno, y Johnson insistió que los refugiados genuinos deberían solicitar asilo político desde los países de la UE por los que entraron.
 
AP.