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Los británicos se encuentran más divididos que nunca. Pero, a estas alturas, el brexit es inevitable. | Foto: foto: getty images

REINO UNIDO

¿Quién será el nuevo primer ministro del Reino Unido?

El brexit es una realidad, independientemente de quién se quede con el cargo de primer ministro este martes. Está en juego la seguridad financiera de Reino Unido y, en gran medida, la de Europa.

20 de julio de 2019

Este martes, 160.000 militantes del partido conservador (el 0,3 por ciento del electorado) elegirán al líder de su colectividad, quien se convertirá, a su vez, en primer ministro. Sucederá en un momento especialmente sensible para el Reino Unido, justo antes de que se concrete su salida de la Unión Europea. El excéntrico Boris Johnson y el moderado Jeremy Hunt se disputan el liderazgo. Johnson, exalcalde de Londres, era hasta el cierre de esta edición el gran favorito del partido.

Boris Johnson, en la campaña a favor del Brexit, dijo mentiras como que el país ahorraría 350 millones de libras a la semana al dejar la Unión Europea.

La primera ministra saliente Theresa May dimitió el 7 de junio a la dignidad de líder de los tories (o conservadores), luego de haber perdido tres votaciones en el Parlamento, en las que intentó, sin éxito, que aprobaran el acuerdo al que llegó con la Unión Europea para concretar la salida de Reino Unido (brexit). Su incapacidad para lograr un pacto favorable le costó la desconfianza de su partido, y quienes solían respaldarla la fueron dejando cada vez más sola. Johnson, por ejemplo, pasó a ser un acérrimo opositor, y llevó a cabo campañas de desprestigio contra ella. Su argumento era simple: con May fuera del camino, nada podría entorpecer el deseo popular de abandonar la Unión Europea. Pero la salida de May convulsionó aún más la política y aumentó el ambiente de incertidumbre. Ya entonces, Johnson parecía el más opcionado para sucederle. Lo prueba que en las votaciones preliminares de su partido, cinco en total, el exalcalde de Londres siempre quedó en la punta. En la última, celebrada el mes pasado, Hunt obtuvo 77 votos, mientras que Johnson recibió 160.

Boris Johnson.

Boris Johnson es un populista a quien muchos consideran de extrema derecha. Suele decir cualquier cosa que se le viene a la cabeza. No en vano hay quienes le llaman “el Donald Trump británico”. Sus comentarios han cruzado los límites muchas veces. Además, lo han acusado de racismo. En 2018, por ejemplo, escribió una columna en The Telegraph para oponerse al uso de burkas y niqabs en espacios públicos, pues consideró “absolutamente ridículo que la gente eligiera andar como buzones”, con lo que le faltó el respeto a una tradición religiosa y cultural. El año pasado, en un documental de la BBC, Johnson llamó a los franceses “mierda”, pero la cadena cortó la ofensa por petición de la cancillería. También causó malestar cuando criticó a la policía por gastar dinero en casos de abuso sexual.

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Hunt, por su parte, tiene un talante discreto, y ha construido una imagen de político responsable. Este exitoso empresario, creador de la firma de cursos en línea Hotcourses, ha sido, durante las administraciones de Cameron y May, el ministro más rico, precisamente por la venta de su empresa, que le generó 14,5 millones de libras esterlinas. Los euroescépticos, sin embargo, lo definen como “Theresa May en pantalones”. Hunt hizo campaña por la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Aunque en los debates más recientes ha señalado, como su rival, que no le temblará el pulso para sacar a su país de la UE el 31 de octubre, cuando vence el plazo pactado con Bruselas. Johnson, además, ha dicho que bloqueará el pago de los 45.000 millones de euros que acordaron como multa por la salida del Reino Unido “hasta que Bruselas ofrezca un mejor trato y retire sus condiciones sobre la frontera irlandesa”; lo cual es improbable, pues los negociadores de los 27 países ya se pararon de la mesa.

Jeremy Hunt.

A los dos candidatos también los separa el discurso migratorio. El de Johnson recuerda la postura trumpista, con declaraciones como que el país debía ser más duro con los migrantes que han “abusado de la hospitalidad del Reino”. Hunt, casado con una china con la que tiene tres hijos, difiere de esta posición. “No me gustaría nunca escuchar que alguien les dijera que, como extranjeros, están abusando de los servicios públicos de mi país”, ha dicho en varias ocasiones para referirse al argumento de algunos que defienden el brexit.

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De acuerdo con cifras de YouGov de este mes, Johnson tiene el apoyo del 74 por ciento del Partido Conservador, mientras Hunt solo llega al 26 por ciento. No obstante, cifras del mismo medio demuestran que la opinión pública tiene otra percepción. El 41 por ciento de los británicos encuestados piensa que Hunt sería un mejor primer ministro, frente a un 28 por ciento de Johnson. Llama la atención que, pese a que la mayoría de los encuestados dijo pensar que Hunt es más honesto, un porcentaje decisorio sostuvo que Johnson sería capaz de resolver más eficazmente el brexit. Así, también dijeron que Johnson les parece más simpático. ¿Buscan los británicos entretenimiento o capacidad de ejecución?

Aunque inicialmente se mostró en contra del brexit, Hunt ha dicho que, de aganar, optaría por un brexit sin acuerdo.

Independientemente de quién gane, el nuevo primer ministro enfrenta un horizonte oscurecido por la tormenta. Deberá lograr lo que Theresa May no consiguió en tres años: firmar un acuerdo con la Unión Europea y conseguir que el Parlamento británico lo apruebe. Como dijo el profesor de la Universidad de Boston Erik Goldstein a SEMANA; “Cualquier nuevo primer ministro heredará el liderazgo de un partido muy debilitado, que tiene solo las más pequeñas mayorías en el parlamento, y el liderazgo de un país cuya posición internacional también se ha debilitado gravemente. Por otro lado, el principal partido de la oposición, el laborismo, está también dividido. Este es un momento de transición en la política británica, y verá algunos realineamientos. Seguirá habiendo un partido conservador a largo plazo, pero puede ser un partido muy diferente al de las últimas décadas”. 

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 Theresa May se vio obligada a renunciar por su incapacidad de resolver el lío del brexit. El parlamento le bloqueó tres intentos de pasar su acuerdo. 

El brexit no se ha concretado y sus efectos ya se sienten en la economía; el crecimiento desde 2016 ha perdido 2,5 por ciento del PIB. Ello sienta un precedente de lo que podría ocurrir con la economía, no solo de Reino Unido, sino de Europa, lo que, a su vez, podría desencadenar una recesión económica con efectos en el mundo entero, según expertos. De hecho, el Gobierno dijo que un brexit duro resultaría con el decrecimiento de la economía del país en un 7,7 por ciento en un periodo de 15 años.

Ahora, la decisión está en manos de un partido que tiende a ser euroescéptico.De esos 160.000 ‘tories’, 70 por ciento son hombres; 97 por ciento, blancos; 86 por ciento, de clase media baja a alta; y la mitad lee el diario ‘Telegraph’ o ‘The Daily Mail’ (más de derecha)”, dijo durante una presentación en Oxford el 15 de junio el profesor Tim Bale. Se trata, ciertamente, del perfil nacionalista y godo que suele favorecer a Johnson. ¿Se salvará el Reino Unido del destino fatal que algunos pronostican?