Ancianos inocentes

Los tres primeros prisioneros de origen afgano que fueron liberados de la base norteamericana de Guantánamo acusan al gobierno Bush de encarcelarlos sin ningún motivo. Aunque aseguran que no fueron torturados ni maltratados, se ven viejos y dicen que sufrieron encerrados durante varios días en celdas de tres por tres metros de superficie. Además declararon que los métodos utilizados por Estados Unidos para decidir quién es enviado a Guantánamo no son fiables ya que la mayoría de la información es suministrada por señores de la guerra afganos que buscan satisfacer sus intereses personales. El menor de los detenidos, que dice tener 35 años pero parece de 50, asegura que lo arrestaron porque engañaron a los soldados norteamericanos diciéndoles que él y otros nueve detenidos eran oficiales de alto rango, "sólo uno de los 10 era Talibán", agregó.