Europa salvaje

8 de julio de 2002

Una muestra de cómo la manipulación humana puede desbarajustar la naturaleza se dio por casualidad la semana pasada en Alemania. Primero sucedió en el oeste del país, cuando un pescador se halló con la sorpresa de su vida. Al sacar su anzuelo del agua se encontró con que había pescado una enorme piraña de más de tres kilos de peso y 60 centímetros de largo. El hecho se produjo en el pintoresco río Neckar, cerca de Heidelberg. Y en el lago Dornach fue cazada una tortuga gigante que era el terror de los nadadores por su enorme pico, capaz de cercenar el brazo de un hombre. Ambos animales, originarios de los trópicos, habían sido mascotas alguna vez.