ESTADOS UNIDOS

Vacante en la Corte Suprema

17 de abril de 2010

Pocas situaciones son más cruciales para un presidente de Estados Unidos que el nombramiento de un magistrado de la Corte Suprema de Justicia. La razón es que por el sistema legal basado en los precedentes, sus sentencias son cruciales para el ordenamiento legal del país, a lo que se añade que se trata de cargos vitalicios. Barack Obama enfrenta el reto de proponer, para su ratificación congresional, al reemplazo del juez John Paul Stevens, reconocido exponente del ala liberal quien a los 90 años acaba de anunciar su retiro. Varios medios locales han barajado candidatos, y se dice que hasta la secretaria de Estado, Hillary Clinton, podría ocupar el cargo. Esta es la segunda vez que Obama debe candidatizar un miembro, pues en septiembre logró que fuera confirmada Sonia Sotomayor, la primera mujer latina en llegar al máximo tribunal. Esta vez, sin embargo, la nominación es un acto de difícil equilibrio por las complicadas relaciones del Presidente con la bancada republicana, pues los jueces de la Corte suelen ser uno de los legados más importantes de una presidencia.