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El último incendio en el Parque Isla de Salamanca, en Barranquilla, consumió más de seis hectáreas de bosque. | Foto: Parques Nacionales.

TRAGEDIA AMBIENTAL

Parque Isla de Salamanca, entre el carbón y las llamas

Este santuario natural de Barranquilla afrontó uno de los incendios más fuertes de los últimos meses.

10 de junio de 2014

Desde el pasado 23 de mayo y durante varios días, los barranquilleros vieron cómo una gran nube de humo y –según le dijo un habitante de la zona a Sostenibilidad.semana.com– el olor a “quemado” se extendían por la ciudad, producto de un incendio que comenzó en la zona conocida como Martinete, en la vía al Parque Isla de Salamanca.

La quema consumió más de seis hectáreas de las 56.200 que tiene esta reserva de importancia internacional, según Parques Nacionales Naturales de Colombia, y solo hasta la noche del pasado 9 de junio se logró apagar la última llama, aseguró Cecilia Rodríguez, gerente de Salamanca Caribe.

Este tipo de eventos es recurrente. En el 2008, el humo de otro incendio llegó hasta Barranquilla; mientras que el año pasado, 14 personas fueron capturadas por causar la quema de mangle para carbón.

Pero este año 
se han generado tres incendios dentro del parque. Los dos primeros consumieron 15,5 hectáreas de zonas verdes (bosques bajos, eneas y pastizales) y animales de la fauna local murieron calcinados.

Hay diferentes hipótesis sobre cuáles pueden ser las causas de estos desastres, puesto que la problemática es recurrente en esa zona protegida.

Las quemas en el pasado han ocurrido por diferentes motivos. Algunas son provocadas por campesinos para capturar tortugas y, en otros casos, habitantes de la zona cortan los mangles para quemarlos y venderlos como carbón natural.

Las autoridades también han culpado de estas tragedias a “personas que cometen delitos en Barranquilla y buscan refugio en la Vía al Parque Isla Salamanca”, hasta temas de narcotráfico y microtráfico.

Por su parte, el Ministerio de Ambiente atribuyó a manos criminales las causas de la última conflagración. Y no es una sospecha infundada. Año tras año, campesinos y desplazados que han invadido terrenos aledaños al parque cortan el bosque del mangle y lo queman para venderlo como carbón natural a fábricas, como las ladrilleras que utilizan leña en sus procesos.


La directora de la reserva natural, Patricia Saldaña, denunció que la última conflagración fue responsabilidad de un grupo de pescadores pertenecientes a las bandas llamadas ‘Los hicoteos’ o ‘Los putos’, provenientes de Barranquilla y municipios vecinos.

Rodríguez también aseguró que “algunos de ellos ya están identificados por las autoridades”.
Pero esta práctica no se hace únicamente con propósitos individuales. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ha identificado redes de compra de carbón de mangle en la zona.

"Se incautaron 142 bultos de carbón, se destruyeron dos hornos artesanales y dos cambuches en la zona de reserva. Esto es inaudito”, dijo Luz Helena Sarmiento, ministra de esa cartera, luego de sobrevolar el Parque Nacional Natural Isla Salamanca durante el incendio.

Cecilia Rodríguez, gerente de Salamanca Caribe, afirma que “hay una demanda de carbón en los supermercados, porque existe una cultura de hacer sancocho en leña. Junto con las autoridades, hemos logrado reducir los 30 fabricantes que había a seis”. Pero asegura que es un práctica “cultural” contra la cual “ha sido muy difícil” luchar.

Rodríguez también dice que “la gente no quiere que haya incendios, pero no hacen esa asociación” del daño ecológico que genera el consumo de carbón de mangle.

Sin embargo, la preocupación de las autoridades va más allá de la pérdida de las más de seis hectáreas arrasadas –junto con su fauna– por las llamas que se propagaron a finales del mes pasado y que se mantuvieron durante más de dos semanas ocasionando múltiples molestias de tipo respiratorio y ocular a los habitantes de la región, reportaron medios locales, debido al humo que llegó a la ciudad.

Además de invitar a la comunidad a denunciar este tipo de actividades, la ministra Sarmiento aseguró desde Barranquilla que "estamos ad portas de un fenómeno del Niño y si no protegemos el agua hoy, con el paso del tiempo, debido al calentamiento global y otros factores, este recurso escaseará".

Ante la sequía en el norte del país y la llegada del fenómeno de El Niño –que, sumado a la falta de planeación, ha provocado el peor verano de la última década–, la ciudad se expone a una situación preocupante.

El Parque Natural Isla de Salamanca, declarado reserva Ramsar de la biosfera, cada año sirve de reservorio para miles de aves migratorias, es hábitat del caimán aguja y está cubierto de una diversidad de mangle y otras especies. Pero ahora acumula un daño ecológico incalculable 
durante los últimos años, según las autoridades.

Si estas prácticas continúan, la ciudad de Barranquilla será la que sufra las consecuencias, dado que ese bosque mitiga el impacto de las altas temperaturas.