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| Foto: Archivo SEMANA

CASO

Los testigos que silenciaron en el caso de Jaime Garzón

Siete personas que pudieron ayudar a esclarecer el crimen fueron asesinadas.

12 de agosto de 2014

Para el vicefiscal general, Jorge Fernando Perdomo, el hecho de que varias de las personas involucradas con el proceso que se adelanta por la muerte de Jaime Garzón hayan sido asesinadas no es una coincidencia. Todo se trataría de un plan para acabar con los testigos que la Fiscalía en su momento requeriría para esclarecer el caso. 

Esta no es la primera vez que la Fiscalía se refiere a la situación. El 9 de diciembre del 2003 en los alegatos de conclusión del juicio que se le adelantó al exjefe paramilitar Carlos Castaño, ante el Juzgado Séptimo Penal del Circuito Especializado de Bogotá, el ente investigador presentó los casos en que personas que “habrían podido dar luces y esclarecer la investigación” fueron asesinadas.

En primer lugar, está la historia del agente del DAS identificado como el 1123. Se trata de Juan Simón Quintero Baena, quien fue asesinado en Medellín en 1999. Fue él, quien llevó las primeras investigaciones sobre la muerte de Garzón junto a Wilson Javier Llano Caballero, alias el ‘Profe’.

Caballero, informante del proceso, señaló como los homicidas a Juan Pablo Ortiz Agudelo, alias ‘Bochas’ y a Edilberto Antonio Sierra Ayala, alias ‘Toño’, quienes posteriormente fueron declarados inocentes. Pues al parecer, se trató de un plan para desviar la investigación y salvar los verdaderos responsables. 

Otro de los que estaría muerto es alias ‘Yiyo’, según la Fiscalía. Hay quienes afirman que él fue el verdadero homicida del humorista por orden de Castaño. Uno de los testigos del caso señaló que al sujeto le hicieron un allanamiento cuatro días después de la muerte de Garzón y desde entonces desapareció. 

Ángel Gaitán Mahecha fue asesinado en la cárcel La Picota de Bogotá, según la Fiscalía, por las FARC. En el expediente de la víctima se indica que fue él, el intermediario entre el humorista asesinado y Carlos Castaño. En esa ocasión el jefe paramilitar le habría dado una cita a Garzón a través de una llamada telefónica. Los hechos se remontan al 11 de agosto de 1999, cuatro días más tarde sería el encuentro, pero nunca se dio porque fue ultimado.  

En el caso de Robinson Ramírez Peña, alias ‘Chulo’, fue asesinado el 18 de octubre del 2000 en la cárcel Picaleña de Ibagué. Según la Fiscalía, Ramírez manifestó que tenía casetes y pruebas sobre los verdaderos asesinos del comunicador.

El quinto testigo muerto durante el desarrollo del proceso es Luis Guillermo Velásquez Mazo, alias ‘Memo,’ también conocido como ‘Mascotica’. Su crimen ocurrió el 9 de mayo del 2001. Él conocería todo lo relacionado con el montaje que se hizo para señalar como los responsables del homicidio a alias ‘Bochas’ y ‘Toño’. 

En el caso de Rafael Antonio Moreno Moreno, fue asesinado en febrero del 2000. De acuerdo a lo que conoce la Fiscalía, el testigo sabía de un plan para asesinar a ‘Bochas’ mientras estuvo preso en la cárcel La Modelo. Al parecer, se buscaba no dejar hablar a este último, quien manifestó su deseo de dar más detalles del caso.

Por último está Edward Jair Medina Gallego. Su muerte violenta se produjo el 12 de julio de 1999 en Cali. El testigo habría sido el intermediario entre los autores intelectuales y materiales del asesinato de Garzón el 13 de agosto de 1999.

El abogado de la familia de Jaime Garzón, Luis Guillermo Pérez, señaló que todos los miembros de la banda La Terraza que asumieron los crímenes fueron asesinados y Carlos Castaño, condenado por el homicidio, también corrió la misma suerte. 

“No hay más testigos. Quedan el coronel Jorge Eliécer Plazas Acevedo, ‘Don Berna’ (Diego Fernando Murillo) y José Miguel Narváez. Estamos pidiendo que se vincule al general retirado Rito Alejo del Río”, señaló el abogado. 

Manuel Garzón, hermano del humorista, dijo que, aunque el caso es conocido y hay varias personas pertenecientes a una organización y que son familiares con los hechos, estas también fueron asesinadas.