DESEMBARCO DE "MARINES" EN PROVIDENCIA
La madrugada del martes 5 de julio, los turistas que acampaban en la playa Agua Dulce de Providencia, despertaron de repente con sus carpas inundadas por una repentina e inexplicable alza de la marea. Salieron alarmados a averiguar qué pasaba y se encontraron cara a cara con 15 carros anfibios y dos planchones llenos de tropa de la Marina de Guerra norteamericana que acababan de atracar en la islá. Los carros anfibios salieron del agua y se deslizaron por la playa sobre sus orugas mientras que de los planchones descendían aproximadamente 400 soldados, que sumados a los 10 que ocupaban cada carro anfibio, hacían un total de 550 "marines" en suelo colombiano. Los sorprendidos turistas vieron cómo los norteamericanos empezaban a disparar balas de salva contra la vegetación, al mismo tiempo que hacían estallar fuertes detonantes. La tropa se internó por la isla corriendo en distintas direcciones, de tal manera que a los tres minutos del desembarco los turistas ya no encontraron a ninguno para preguntarle de qué se trataba. Simultáneamente, varios aviones de guerra norteamericanos sobrevolaban la isla. En las horas de la tarde descendieron de los planchones cuatro jeeps cargados de oficiales, que saludaron atentamente a los atónitos espectadores, y se prestaron amablemente para aclarar cualquier tipo de duda. Según un subteniente, se trataba de un "ejercicio de desembarco" que tenía como fin entrenar a los soldados colombianos para una eventual invasión de las islas por parte de Nicaragua. Efectivamente, cuando la tropa volvió de su incursión por la selva, los turistas pudieron distinguir varios colombianos entre ellos. Según la versión de un grupo de soldados norteamericanos, estarían allí como parte de una serie de ejercicios en la zona del Caribe, dentro de un operativo global para "impedir que el comunismo avance en Centroamérica" . Tras dos días de permanecer en la isla, los marines zarparon rumbo a Chile, según dijeron, y los miembros del Ejército colombiano también desaparecieron. Interrogando a los isleños sobre la insólita visita, los turistas se enteraron de que, durante los últimos meses, éstas habían sido frecuentes. El relato de los hechos recientes en Providencia lo obtuvo SEMANA de Juan Carlos Bayona, profesor de filosofía, y Juan Carlos Posada, estudiante de medicina, quienes regresaron a Bogotá la semana pasada, después de 15 días de vacaciones en Providencia. Posada suministró la foto que se publica.
SEMANA consultó con la Oficina de Información y Prensa del Ministerio de Defensa, donde un capitán negó la presencia de Marines en Providencia. Afirmó, sin embargo, que existe un tratado plurilateral, firmado por varios países caribeños, en el seno de la OEA, distinguido como Operación UNITAS. Estados Unidos se encuentra entre los firmantes, y el operativo consiste en entrenamiento conjunto del ejército de ese país y los de los demás. Se trataría de un plan de defensa continental. Según un boletín de la embajada norteamericana que llegó a SEMANA, la Operación UNITAS se hará presente en Bogotá esta semana a través de su banda de música: "Mientras los barcos y portaviones norteamerica nos efectúan ejercicios en el mar con los navíos suramericanos, la Banda viaja por todo el continente ofreciendo un espectáculo pleno de vitalidad y humor..." .
El problema de la utilización de las islas de San Andrés y Providencia como base, o punto de apoyo, para las maniobras militares en la zona del Caribe se viene discutiendo desde hace tiempo. Hace menos de un año la revista Latin American Times, qué circula en Bogotá y que es dirigida por Leopoldo Villar Borda, denunció un documento debatido por el Congreso norteamericano, según el cual el gobierno del presidente Turbay estaría dispuesto a permitir la utilización de Providencia por parte de la Armada y la Aviación de ese país. En ese momento, el gobierno no desmintió la información, y el entonces canciller Lemos Simmons dijo no estar enterado sobre el particular. Hasta donde se tiene noticia, dicho acuerdo, sin embargo, nunca entró en vigencia. Posteriormente se reactivó la discusión con motivo de las denuncias de unós aviones de guerra norteamericanos que, sin autorización del gobierno colombiano, volaban a altísima velocidad sobre el archipiélago de San Andrés, dos de los cuales llegaron incluso a aterrizar sorpresivamente en la isla.
Dada la crítica situación por la que atraviesa Centroamérica, y la eventualidad de la generalización del conflicto armado en esa región, no pasa desapercibido el hecho de que en estos momentos se lleven a cabo maniobras militares de esta índole por parte del Ejército norteamericano, en territorio colombiano y a escasos doscientos cincuenta kilómetros de Nicaragua.